jueves, 16 de diciembre de 2010

Que el potencial sea

Escribe Guattari (psicoanalista y filósofo) en el artículo Prácticas ecosóficas y restauración de la ciudad subjetiva: Se ha perdido el gusto por la diferencia, por lo imprevisto, por el acontecimiento singular. Los concursos televisados, el star system dentro del deporte, los espectáculos, la vida política actúan como drogas neurolépticas que previenen la angustia al precio de la infantilización, de la desrresponsabilización... No podemos pretender recomponer una tierra humanamente habitable sin reformular las finalidades económicas y productivas, los planes urbanísticos y las prácticas sociales, culturales, artísticas y mentales... El nacimiento, la muerte, el deseo, el amor, la relación con el tiempo, el cuerpo, las formas vivas e inanimadas piden una mirada nueva, depurada, disponible. Esta subjetividad la debemos regenerar constantemente. Reconquistar la mirada de la infancia y de la poesía en sustitución de la óptica seca y ciega al sentido de la vida del experto y el tecnócrata e instaurar una ciudad subjetiva en el corazón mismo de estas necesidades, reorientando las finalidades tecnológicas, científicas y económicas, las relaciones internacionales y la gran maquinaria de los medios de comunicación de masas... Esta nueva definición colectiva de la finalidad de las actividades humanas depende, en gran medida, de la evolución de la mentalidad urbana... Debe cuestionarse la separación entre lo civil y lo público, entre lo que estético y lo que es político, y reclamar la redefinición de las formas colectivas de expresión, concertación y realización. Esto no sólo llevará a cambiar la vida, como decía la contracultura de los años sesenta, sino a cambiar la manera de hacer urbanismo, educación, psiquiatría y política, así como la manera de gestionar las relaciones.

Cuando, Paco Cuenca, visita algún barrio, algunos vecinos le dicen que el autobús llega tarde y le preguntan cómo piensa solucionar este asunto. O bien, alguien le comenta que en su calle no hay zona de aparcamiento y tiene que dejar su coche cuatro calles más arriba del lugar en el que vive. Sin embargo, ninguno de estos problemas tienen fácil solución. Nos afectan personalmente, pero las soluciones deben ser globales, no puntuales. Es decir, vivimos en un mundo complejo pero exigimos respuestas que nos satisfagan de forma inmediata.

Y no me extraña que sea así cuando la política se mercantiliza y las relaciones de la clase política con la ciudadanía se reducen a eso, a un mercadeo político sujeto a la oferta y a la demanda.

El cambio, afirma Guattari, debe nacer en las ciudades: una redefinición de lo que significa estar y ser en el mundo. Lo demás es dejar que lo que ya es, permanezca, en lugar de permitir que el potencial humano, cívico, sea.

jueves, 25 de noviembre de 2010

Resistencias


Acabo de terminar La agonía de Francia, del genial y desconocido, Chaves Nogales. El libro, publicado en Montevideo, cayó en el olvido durante 70 años, al igual que el resto de su obra.

No fue comunista ni fue fascista, y unos y otros lo relegaron al fondo de un baúl.

Es un autor que hubiese alcanzado el reconocimiento de George Orwell, por poner un ejemplo.

En este libro hay una defensa al sistema democrático a través de la denuncia por la claudicación de Francia ante el nazismo.

Desconfía de la masa porque una nación como Francia, sencillamente, se rindió.

Desconfía de las élites porque, sencillamente, abrazaron el nazismo para conservar su poder.

Abomina del totalitarismo porque, a la postre, supone la destrucción de la vida.

Porque la democracia, el demos, es la comunidad de hombres libres; únicos pero en comunidad.

Desde mi punto de vista, sin los muertos en occidente de la Segunda Guerra Mundial, pero con el dramatismo del desempleo, y los muertos en otras partes del mundo, el capitalismo, que tan bien amoldamos al sistema democrático, presenta las mismas contradicciones de siempre y aporta sus últimos coletazos.

Se van a llevar por delante a quien haga falta, pero al final morirá o será la dominación y el totalitarismo.

Sus especuladores atentan contra la democracia. Contra el demos.

La desconfianza, la tristeza, se ha apoderado de nosotros. Dudamos de todos y de todo, hasta de nosotros mismos.

Individuos de consumo, nos sentamos frente al televisor para consumir, lo mismo que consumimos el arte o los libros, la Cultura. Quien se sale de la norma no sale en la foto o es catalogado de imbécil y cutre por hablar de capitalismo, democracia, totalitarismo, alineación o masa.

Pero la realidad es la que es: en estos momentos está en juego no sólo nuestro bienestar, -que solemos equiparar con nuestra capacidad de consumo-: está en juego la libertad y la justicia, y los servicios que nos damos solidariamente: sanidad, educación, cobertura al desempleo...

Nos estorba la política porque muchos políticos se han convertido en defensores de su estatus. Pero no se diferencia mucho el político de quien gana más de 3000 euros al mes y todo esto de la crisis le molesta porque los pobres, inmigrantes o españoles, no son más que un puto estorbo.

Pero su comodidad depende de la capacidad de la sociedad por hacer viable la democracia, la redistribución de la riqueza, las opciones que la libertad y la democracia hacen que mejoremos nuestras condiciones de vida con salarios dignos.

De todo esto habló Paco Cuenca el pasado domingo en su presentación: de la necesidad de trabajar conjuntamente por encima de intereses electorales, por encima del torpe juego de la confrontación política que tanto asco genera al personal. Aunque sea empezando por Granada. ¿Qué otra cosa es la democracia si no la polis, la ciudad?

lunes, 15 de noviembre de 2010

Ya no sirve


No valen las viejas fórmulas. Quizá funcionaron en su momento. Quizá funcionen todavía en ocasiones.

Pero la lógica de la vida cotidiana marcha por otros derroteros. Y reconozcámoslo: La política le interesa a la gente, pero no le interesan los políticos de viejo cuño.

Me explico:

Creo que los partidos y los responsables políticos saben cuáles son los problemas de la gente. Lo dicen las encuestas, lo dicen los propios ciudadanos: el desempleo, los salarios cada vez más mermados, los gastos de cada mes.

Y creo que los políticos intentan hacerle frente a estos problemas. Cada cual desde su ideología: abaratando el despido, subiendo el salario mínimo, incorporando las nuevas tecnologías para la educación o privatizando las ayudas a los universitarios.

Hay, pues, lógicas ideológicas. Y cada cual tiene sus recetas más o menos veladas, más o menos explícitas. Y la vida cotidiana de la gente se ve afectada por esas recetas. No es lo mismo educar con ordenadores que aumentar las tasas universitarias. Una cosa la hace el PSOE en Andalucía. La otra el gobierno inglés.


Los políticos, sobre todo de izquierdas, ponen oídos para escuchar a la gente, pero no están cerca de las personas. Los de derechas, suelen buscar lógicas culturales y se presentan como canalizadores de las demandas ciudadanas. Aunque luego hagan de su capa un sallo. Con excepciones, claro. No creo que no haya gente buena en el PP. Igual que no todos los del PSOE tienen intenciones pulcras. En cualquier sitio: en la familia, en la calle, en el trabajo, hay gente dolorida, arribistas, pelotas, lameculos, gualtrapas. Pero cada cual, en su fuero interno, si se milita en un partido, debe saber a qué lógica sirve.

Las estructuras de los partidos no ayudan al acercamiento. En el caso español, la derecha carece de debate interno y de unos mecanismos de participación democráticos. La izquierda que se autodenomina real, presume de debate pero sus mecanismos son tan poco democráticos como los anteriores. Sólo el PSOE tiene una estructura parecida al modelo democrático de España. Pero queda mucho camino por recorrer.

Y en estos momentos, me preocupa la ausencia de debate al respecto. Agobiados por la crisis financiera y los problemas internacionales y nacionales, la crisis está sirviendo para todo menos para pensar la vida. Para repensarnos como sociedad.

Lo importante es salvarnos. Pero intuyo que no merecerá la pena salvarse de cualquier forma. La única solución es caminar pensando.

martes, 2 de noviembre de 2010

Paco Cuenca


Para mí es fácil hablar de Cuenca. Soy su amigo. No de la infancia porque me lleva 6 años y yo estudié en otro colegio. Pero en el BUP mis amigos fueron alumnos que procedían de su colegio. Esos amigos son mis amigos de verdad, de esos a los que puedes hablarle a la cara sin dejar de mirarles a los ojos. Puedes decirle que hoy no puedes más; tanto, como decirles que hoy te sientes alegre por cualquier motivo, por ningún motivo. Y esos amigos míos de verdad se educaron en un colegio donde los maestros y los padres hicieron equipo. Un equipo de vida. Un equipo para hacer barrio, para la vida comunitaria. Y en ese contexto es cuando conozco a Paco Cuenca.

Esa vida comunitaria es la misma que quiere cargarse el neoliberalismo con tanto llamamiento al individualismo; eso sí, desde la libertad individual, pero intentan ocultar lo que piensan de verdad: el hombre es un lobo para el hombre.

Olvidan que la vida en la ciudad es comunidad, es algo más que un individuo y otro, y otro. Es cada uno en relación con los demás en los asuntos comunes. Por eso, con la perspectiva de la experiencia, de la forja de mi ideología, -como dice Miguel Ríos en Todo a pulmón, "buena o mala pero mía-, pude comprender que aquel equipo de padres y maestros, en alianza con los alumnos, con niños de barrio como yo, puso en marcha un proyecto educativo cuyos resultados son hoy visibles: David, médico y buena gente; Ventura, aparejador, músico, buena gente; Narváez, taxista y buena gente; Antonio Muñoz, directivo de Telefónica y buena gente; José Alberto Luque, trabajador por cuenta propia de la construcción y buena gente; Gustavo, en el MPDL arreglando entuertos en Almanjayar y buena gente; Tania, aparejadora y buena gente; Antonio, médico y buena gente aunque no está de acuerdo con lo que digo y, con Begoña, su mujer, me comunican en el facebook que esto es mucho chau, chau, y así un largo etcétera de buenas personas.

Un largo etcétera como Paco Cuenca, maestro, padre, servidor público y buena gente.
Claro, gente con defectos, con dolores, con incongruencias como todos si no fuésemos tan hipócritas. Porque todavía no he conocido a nadie que carezca de aristas. La vida es dura, la vida familiar también, el paso por el colegio, los complejos, el amor adolescente, la universidad y la apertura al mundo laboral, la pareja, los hijos, los padres que te faltan cuando uno se hace viejo y entonces continuas necesitando respuestas porque la vida no se cansa de plantear preguntas.
Paco, como yo, es socialista. Cayó el muro, los sueños de nuestros padres se cumplieron a medias, dentro del sistema capitalista. Un sistema ante el que parece que no caben las dudas. Pero yo proclamo humildemente mis dudas. Dudas porque ese sistema se propone destruir los asuntos comunes, los que nos afectan a todos. Por eso, honestamente, creo que necesitamos mantener nuestras dudas y conservar algunas convicciones.
La convicción de que desde la comunidad es posible hacer otra ciudad que va más allá de Granada.
Eso es Paco Cuenca y eso es lo que representa para esta ciudad junto con un grupo de personas que piensan que hay que dar la cara y aprender juntos. En cada visita de barrio es lo que aprendemos. En cada encuentro con cualquiera que cree en Granada: el joven empresario, los padres agobiados con el traginar cotidiano. Usted, tú, si quieres.

domingo, 24 de octubre de 2010

Fuente de las Batallas


El domingo compré el periódico en un quiosco de la Fuente de las Batallas. Hombres mayores, acompañados de sus esposas, se acercaron a mi lado y cogían La Gaceta. Sus esposas se quedaban atrás, vestidas como visten las señoras de esos hombres mayores. Yo estaba delante de ellos, pero los hombres mayores no guardaron la cola. Se adelantaban por mi derecha y ponían sobre el mostrador del quiosco La Gaceta. Yo guardaba silencio. Quería ver el espectáculo. Contemplaba a esos tres hombres mayores y, de vez en cuando, echaba un vistazo a sus esposas. Quería saber si los matrimonios venían juntos. No.
El hombre del quiosco se deshacía en parabienes hacia los hombres: Usted me dirá..., cómo no, señor..., en un plis plas está lo que usted me pide, etc. Era una actitud servil. Esa actitud de quien juega su papel convencido. No sé si convencido de que su servilismo era el mejor servicio posible, o convencido de que su mejor servicio era su servilismo convencido. Mientras yo aguardaba con EL PAÍS e IDEAL en las manos.
Eran hombres sin prisa. Era domingo, tal vez estuvieran jubilidos. Cualquiera sabe. La gente así nunca para de trabajar. Cualquiera sabe.
Mientras tanto, aunque fue sólo unos segundos, se me vino a la cabeza, Manuel Chaves Nogales. Sobre todo el cuento suyo que acababa de leer: ¡Viva la muerte!, del libro A sangre y fuego. No sé, pero comprendí que esos hombres, y sus esposas a medio metro detrás de ellos, todavía se sentían victoriosos, tanto como en pie de guerra.
Y no me extrañó al leer la portada de La Gaceta: El PSOE contra intereconomía.

Al igual que les ocurre a sus nietos. La pasada semana, en Onda Cero, el concejal de personal del ayuntamiento de Granada y algo así como alcalde de La Chana, ante la rebelión vecinal, cansada de los desaires de Torres Hurtado, encontró la causa de dicha rebelión: El padre de Paco Cuenca, el candidato del PSOE a la alcaldía de la ciudad. Es, el padre de PC, un mal hombre, un agitador. Pero el sábado, en La Chana, con PC, encontramos a su padre en el bar Tipic, jugando a las cartas con otros jubilados. Y como pueden imaginarse, la estampa era la de un vivo agitador. Le dijo a su hijo al despedirse de nosotros en la puerta: "Me voy pa dentro que me ha costado la partida un euro". Ya ven, un agitador en toda regla.

lunes, 18 de octubre de 2010

Al ataquerrrrrrrrrrrrrrr!


Eso de que una buena defensa es un gran ataque va con el PP. Sin ir más lejos, en mi ciudad, ayer pudimos ver una publicidad que daba miedo. Como las ofertas del Alcampo en lugar de buenos precios, ofertaban caos, victimismo. Todo basado en las mentiras del adversario, en sus malas intenciones. Nada había de positivo en la publicidad. Nada que ofertar a la ciudadanía. Nada que mostrar de sí mismos. Para qué. Es mejor que el ciudadano no piense, que sea un estúpido (como decía el ministro Gabilondo el sábado pasado en el Parque de las Ciencias, el estúpido es el que no atiende a los asuntos públicos, a los asuntos de la comunidad, el que se desentiende de todo). Porque a la postre, el ciudadano es, para el PP, un consumidor, un cliente: “a usted le ofrecen un metro para mejorar la movilidad en Granada; pues bien, nosotros le ofrecemos cuarto y mitad de hostia limpia para la Junta de Andalucía. ¿Soluciones dice?: vóteme que ya me ocuparé yo del asunto cuando gane”.

Se le olvida al PP, y al alcalde, algunos detalles sin importancia. El alcalde, después de dar muchas hostias de las suyas, firmó en el año 2006 un convenio con la Junta de Andalucía y con los municipios por donde pasaría el metro de Granada: Albolote, Maracena, Granada y Armilla. En ese convenio se especificaba que la licitación de la obra correría a cargo de la Junta, pero la financiación de la obra sería compartida por todas las instituciones. A los ayuntamientos referidos les correspondía poner el 17% del total.

Ninguno ha puesto este dinero y todo lo ha asumido la Junta de Andalucía (una muestra más del odio que le tiene a Granada la Junta).

El convenio también especificaba el trazado del metro, y el PP firmaba porque estaba de acuerdo, y las obras y el PP firmaba. Pero no. Las obras son un coñazo para el ciudadano y dice el PP que las obras del metro son de la Junta. “¡Qué no te engañen!”, se puede leer en la publicidad.

Es como si yo dejo de pagar la comunidad en mi bloque y les digo a los demás vecinos que no los engañen, que con pagar la hipoteca de mi casa todo está listo. Dando ejemplo cívico, vaya.

Supongo que el PP está oliendo el ambiente. Cada vez que escucho a Paco Cuenca, el futuro alcalde de Granada del PSOE, soy consciente de que es un político que enseña y que se deja enseñar.

No dice, como el alcalde del PP, que si hay suciedad en La Chana es porque los ciudadanos son unos guarros y tiran los papeles para luego decirle al alcalde que no limpia. Una especie de prevaricación cívica: los vecinos de La Chana se comportan como guarros, pero a sabiendas, para dar por el culo.

Gracias, alcalde, es usted muy amable.

Y este buen tono de Paco Cuenca, y esta nueva forma de hacer comunidad, ciudad, es lo que no soporta el PP. Por eso la publicidad para infundir miedo y cabreo. A ellos les va más el ruido y el cabreo.

Saben que así la gente buena de Granada preferirá no votar y se marchará ese día a la playa.

lunes, 11 de octubre de 2010

El hacedor “miniobras”


El viernes pasado en el pregón del Realejo, que dio el Rector de nuestra Universidad, Lodeiro, tomó después la palabra el alcalde.Antes, Lodeiro, explicó en su pregón cómo ha hecho barrio la Universidad de Granada en el Realejo. Pese a ser hombre de Cienca, en concreto la Geología, mostró sus conocimientos patrimoniales de Granada como corresponde a un humanista de su talla; algo que nada tiene que ver con estudiar Letras como alguien se sorprendía en el acto.

Luego, como digo, habló el alcalde. Entonces enumeró las obras, con fondos provenientes del Gobierno Central, esto es, con dinero público de todos los españoles, y españolas, que ha hecho en el barrio del Realejo. Y terminó con algo parecido a un satisfecho “y no hay más que hacer”.

Sorprende que en un barrio como el Realejo no haya más que hacer. Pero lo más sorprendente es que esto lo repite en otros muchos barrios. Una expresión ufana cercana a la “misión cumplida”.

Y yo me pregunto si lo que un ayuntamiento tiene que hacer en la ciudad es sólo arreglar calles, poner adoquines y solería por doquier sin espacio para el verde. O cerca de 100 bancos al remodelar el bulevar de La Encina en La Chana.

El caso es que el alcalde recordó todas sus obras, porque como se sabe, obras son amores. Hizo mención al dinero gastado, a la inversión satisfecha y dejó constancia de que es un hacedor de cosas, de “miniobras”. Olvidó decir que ha subido el IBI, que a INAGRA se le debe una pasta (me pregunto, -otra pregunta más sin contestación-, dónde se va a colocar ahora a tanta gente, dónde echarán raíz los tallos del clientelismo político del que se ha hecho gala), que la deuda de TG7, la tele del alcalde, cada vez aumenta, que tenemos el bus más caro de Andalucía o que el ayuntamiento hace caja poniendo multas por doquier, que se ve que aquí somos más infractores que en ninguna otra ciudad, porque Granada acumula más multas que el resto de ciudadanos de Andalucía juntos.

Por supuesto, parece que el alcalde tiene intención de afrontar un nuevo mandato (si gana se irá y mandará, parece que Sebastián Pérez) sin hacer nada por esta ciudad. Quiero decir, algo que genere valor añadido.

Sirva este enlace para que nos enteremos qué sector genera empleo en este momento:


Algo tendrá que decir el Ayuntamiento en cuanto a oportunidades de negocio y de empleo. Pues no. Sencilla y rotundamente, NO.

martes, 5 de octubre de 2010

Es aburrido además de ser lamentable


El lenguaje me obsesiona. El lenguaje puede mostrar a un hombre limpio, honesto, hondo. Qué otra cosa puede valorarse al leer He andado muchos caminos:

En todas partes he visto/ caravanas de tristeza/ soberbios y melancólicos/ borrachos de sombra negra... Y en todas partes he visto/ gentes que danzan o juegan/ cuando pueden, y laboran/ sus cuatro palmas de tierra...

(El poema completo en el enlace: http://www.los-poetas.com/a/mach1.htm )

En fin, Machado era un observador del corazón privilegiado. Un filósofo total.

El lenguaje también muestra, como aporté en mi anterior entrada, retóricas intransigentes, un hombre tosco, cínico, altivo. Con respecto al metro de Granada, Torres Hurtado, alcalde de Granada, no se sale del guión intransigente, belicoso, en lo más mínimo: “una deslealtad institucional fuera de lo normal”; “ya está bien de abusos”; unos hechos que suponen “una indefensión” para el Ayuntamiento y, repite, “un abuso” por parte de la Junta de Andalucía. Esa son sus frases, su mensaje, y nada más le interesa.

Lo de menos es explicar o explicarse. Lo de menos es hacer pedagogía cívica. Lo de menos es atender a la verdad. Lo de menos son las reglas del juego democrático. Democracia, pienso yo, no es el todo vale. Porque el alcalde y el PP, en sus retóricas, vienen a decirnos que no todo vale, pero sí para ellos: Sobre ellos mejor no dudar. Porque, como decía el otro día, son infalibles.

Uno de los peores peligros de la democracia es precisamente el cinismo. El otro día, Griñán, hablaba en Sevilla de un alcalde, el de Málaga, que es del PP. No mencionó su nombre ni la ciudad, pero yo me dije: “Date, Griñán está hablando del alcalde de Granada”. Pero luego resulta que era el de Málaga. Misma retórica.

Resulta que toda la queja del alcalde es la siguiente: en Granada se hacen obras de metro. Unas obras que financia la Junta, pero en las que coparticipa el ayuntamiento. Pero si hay quejas, el alcalde se desentiende de sus responsabilidades y echa la culpa a la Junta. Claro que desde la Junta, podría hacerse, además de obras, un poquito de pedagogía, que a fin de cuentas no es otra cosa que política.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Qué sí, que ya sabemos que sois infalibles


El PP de Granada, por boca de Sebastián Pérez, que es el presidente de ese partido dice cosas con vehemencia:

Granada tiene que mirar el futuro con optimismo pero el presente es desolador. No tiene duda alguna: los otros malos, nosotros buenos.

Y sigue:

Ante este negro panorama, el PSOE de Granada quiere vender como éxito una larga cadena de fracasos, de lo cual resulta, cómo no y efectivamente, un negro panorama: allí las sombras, aquí la luz.

No le interesa al PP quién es quién de cara a las próximas elecciones municipales. Sólo sabe que hay un culpable y que con él ya está hecha la campaña electoral: ZP. Claro que no habla de Rajoy. Aquí es mejor para el PP evitar a su líder. Ocurre que Zapatero sufre el desgaste de la dura crisis mundial que vive el país. Ha tomado decisiones bajo una presión internacional muy fuerte y ha dado alguna que otra muestra de descoordinación. Pero Rajoy, que no gobierna siquiera, no es más valorado que el Presidente del Gobierno por el conjunto de la población. Ni en tan adversas condiciones, soporta Rajoy la comparación con Zapatero.

Continúa el amigo Sebastián Pérez: ya conocemos en Granada el agravio al que los socialistas someten al Ayuntamiento: ellos crueles, nosotros amables.

Y ahora el meollo: votar a los socialistas es votar a la crisis: ellos despilfarradores, nosotros ahorradores. Claro que desde el año 2003 el IBI, la contribución de toda la vida, la ha subido el alcalde un 38%, y así ha ocurrido con todos los impuestos municipales. El PP nos hace creer a la buena gente que bajan los impuestos, pero no es cierto. Los han subido en Granada hasta en los años en que no había crisis.

Pero hay más meollo. Ahora viene la parte en la que se retrata Sebastián Pérez. Dice: La sensación de desgobierno se ha transformado en una sensación de alarma y de caída libre (de sensación en sensación y tiro porque me toca). Y la respuesta del PP no puede ser más rimbombante: Sólo un golpe de timón puede salvarnos. El lenguaje, y esto es una opinión muy personal, no es un asunto baladí. El lenguaje además de poder resultar hiriente o reparador, esconde los verdaderos sentimientos de alguien, su verdadera ideología, bien radical por cierto. Es el derecho a mandar de la derecha, que es de cajón por natural. Es, pues, una retórica intransigente, como nos enseña Albert O. Hirschman. Histérica incluso.

Habla Sebastián Pérez, finalmente, de una batalla para llevar el mensaje del PP a donde haga falta, pese a que gozan los socialistas de una abrumadora mayoría mediática –subvencionada por todos los granadinos-. De esta forma el PP convierte a los socialistas en una panda de masones conspiradores y acusa sin más prueba que la denuncia en sí.

Lo que sí denuncio yo aquí es que los socialistas son culpables de esta reacción enfadica de Sebastián Pérez, presidente del PP: hemos necesitado un simple pregón, el de Jara en las fiestas del Zaidín, y un candidato como Paco Cuenca trabajando a pleno pulmón por la ciudad, como canta Miguel Ríos, para que empiecen a sentir el aliento de quien va segundo pero va a por todas. Y es que Paco Cuenca será alcalde de Granada. Le sobran razones y es gente. Ni más ni menos.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Intolerable


Realmente me parece intolerable la torpeza que hemos tenido a la hora de desenvolvernos con el PP. Intolerable suena quizá demasiado vehemente, sobre todo porque ellos hacen política desde el cinismo más absoluto. Pero lo importante es que nos demos cuenta de lo que ocurre y, sobre todo, de cómo hacerle frente. Porque hay que hacerle frente. No porque esto sea una guerra a muerte. No, ni mucho menos. Simplemente esconde un proyecto político para Granada que en nada beneficia a los granadinos. Como dijo Jara en el Zaidín, para él Granada es siempre de “carne y hueso”, es decir, gente concreta: usted, mis vecinos, sus padres, sus hijos, yo. Y ciertamente hay que rebelarse contra ese proyecto político que nos mantiene, como dice Paco Cuenca, adormecidos, atolondrados, añado yo, y aburridos también, hartos, cansados. ¡Uf, qué cansino es el discurso del PP! Tanta pelea sin sentido, tantos dimes y diretes, tanta confrontación de patio de colegio: ¡Qué no, qué tú, pues anda que tú, ni pensarlo, nos castigan, son malos!

Al PP le falta decir que los demás son tan malos que mejor borrarlos del mapa. Es una guerra tan estéril que lo mejor, pienso yo, es cortar por lo sano. Algo así como un ¡ahí te quedas!, un ¡me planto!, un alto y claro ¡ya está bien!

Los responsables políticos de la Junta quieren dialogar, y podemos leer en los periódicos cómo incluso, para que un tema salga adelante, se tiene que pactar un silencio entre las partes, es decir: ¡Por favor, no rajemos en público, lo importante es acabar esta o aquella obra!. El otro día pude leer un recorte de periódico en este sentido que tenía que ver con el Cuarto Real de Santo Domingo. Pero no hay manera, como el PP vea que en el asunto hay carnaza no se perdona ni el mes de agosto para salir pitando con el atril a cuestas y rueda de prensa fiera ante unos periodistas que han sacado del agua de la playa.

Y al día siguiente la misma farsa, y al otro y al otro. Un no parar, como dice la expresión. En definitiva, un auténtico coñazo para la ciudadanía, un ruido estridente que, cómo no, esconde un objetivo ideológico: que cada vez pensemos que todo da igual, que todos somos iguales, que no tenemos remedio, -sobre todo los políticos-, que todo es relativo.

La respuesta ciudadana que se persigue es la desafección, un gran y rotundo, ¡paso de vuestra mierda!

Los delegados de la Junta tienen la obligación moral de acertar en esta contienda ideológica donde nos jugamos que la gente piense que los asuntos públicos les pertenecen y deben interesarles. Pero no sólo los delegados, también los diputados y diputadas, el partido en su conjunto, Paco Cuenca como candidato a alcalde, usted si siente afinidad ideológica, y usted, y yo, como cualquier otro ciudadano, como cualquier otra persona que quiere ser dueña de su vida y no ceder esa soberanía al PP, ya que éste nos dice: No se preocupe por la política, ya lo hago yo por usted.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Fascista



Antonio Vallejo es presidente del PP en la Zona Norte. Allí hace política. Ayer, en IDEAL, podía verse su foto: Antonio Vallejo muestra sus gafas de sol y defiende a Torres Hurtado en un pleno municipal a pleno pulmón. Demuestra así que es incondicional para el alcalde. No tiene miedo cuando un policía local mitiga su ademán aparentemente agresivo. Es, como digo, un hombre incondicional del alcalde y de Sebastián Pérez. La historia que se ha montado con Antonio Vallejo no es diferente a la de otras personas de la ciudad. En las fiestas de La Chana, un representante de una asociación de vecinos de la ciudad comentaba detrás de mí: “Zapatero no tiene cojones y aquí hace falta un par de güevos”. Responsable vecinal cuyo hijo trabaja ahora con alguien cercano a un concejal del PP.


Antonio Vallejo no es el problema, ni el mayor problema es que Torres Hurtado lo haya colocado para dirigir la Escuela de Flamenco de la Zona Norte. Antonio Vallejo es otra más de las personas afines al PP que Torres Hurtado ha colocado en el ayuntamiento. Tampoco es un problema que ante la denuncia que ha hecho el PSOE comparezca el concejal del PP, el señor García Montero ante los medios de comunicación para enturbiar. Llama fascista a la responsable del PSOE, Carmen G. Raya, porque, dice, lo que no le gusta a esta mujer es que Antonio Vallejo sea gitano y homosexual. ¿Le importa al señor García Montero que Carmen G. Raya no haya mencionado la condición sexual ni la etnia de Antonio Vallejo? No. No importa en absoluto. Ni que el PP se haya negado a todas las leyes que ampliaban derechos cívicos de las personas sin importar su credo, condición, etc. Un bledo. El señor García Montero se ha lanzado a la yugular de Carmen G. Raya para llevar el asunto a otro terreno, el de la bronca, y para ganar tiempo. Es decir, para evitar que Torres Hurtado tenga que mancharse las manos con un asunto menor, con una colocación de nada.


Pongo el enlace de la nota de prensa que el PSOE mandó a los medios de comunicación para que ustedes comprueben si en la misma aparece la palabra “gitano” y “homosexual”: El presidente del PP en la zona norte cobrará más de 40.000 euros por dirigir la escuela municipal de flamenco


Y ahora enlazo la noticia de la rueda de prensa del señor García Montero: "A García Raya le molesta Vallejo porque es gay, gitano o del PP"


Termino: Antonio Vallejo no es el problema, ni que el PP haya contratado a más gente que menos. Digo que no es el problema mayor. El problema es la actuación del PP en la Zona Norte. Lícita por otra parte. Desde mi punto de vista, al PP le interesa el voto de los vecinos y vecinas de ese barrio. Nada más. No le interesa que las condiciones de vida de muchas personas cambien, por eso la política de Torres Hurtado ha sido la de mantener lo existente. No plantear ni un nuevo reto para el barrio en 7 largos años.


miércoles, 1 de septiembre de 2010

Quo Vadis, estratega?


El otro día me enviaron por correo electrónico, las claves de una de las personas más destacadas, -el más cotizado-, en la dirección de campañas electorales. Su caché sólo puede estar al alcance de un gobierno que haga un uso fraudulento del dinero público. O bien, los miembros de ese gobierno son personas ricas y ambicionan el poder para ser más ricos todavía.

El caso es que esta persona se dedicaba al rumor. A la generación de rumores me refiero. Rumores malintencionados, obviamente. El candidato de la oposición es gay, su mujer se acostó con otro, etc. Ciertamente, este estilo parece concentrarse en el ámbito latinoamericano y norteamericano. No obstante, lo que sí parece exclusivo de esta parte del mundo es la generación de rumores que afean la biografía personal de la persona candidata. No estoy tan seguro de que no se generen rumores falsos sobre otros asuntos públicos en otros lugares del mundo. ¿Qué otras armas utiliza la derecha más radical en Europa?

Otra de las estrategias de este personaje estratega era la siguiente, y sólo referida a candidatos que se presentaran para la reelección (este hombre sólo trabajaba con gobiernos que querían renovar su mandato): Dale, ofrécele, otórgale sólo y exclusivamente a aquellas personas que te votaron en las elecciones pasadas. Obviamente, la red de influencia, de informadores, el grado de conocimiento del comportamiento electoral de la gente debía conocerse al detalle. No tanto si Fulano o Mengano me ha votado, si no el conocimiento de si en este o aquel colegio electoral, que cubre tantos edificios ubicados en esta y aquella calle, me ha sido favorable o desfavorable.

No había muchas más claves. La estrategia, pues, no era otra que gobernar sobre aquellas zonas del país que te votan. Al resto, obviarlas. Es un comportamiento cínico. Ni que decir tiene que este personaje ha trabajado siempre con personajes, con gobernantes de derechas, neoliberales, ultraconservadores.

Hoy he leído en prensa que el presidente de la Asociación de Vecinos de La Chana, ha declarado que los vecinos y vecinas de ese barrio de Granada se sienten vejados por el trato que el alcalde ofrece a este territorio de la ciudad.

No es para menos. Y no, no exagero. Los vecinos y vecinas, sus asociaciones, acuerdan con el propio gobierno municipal cuáles son las prioridades del distrito Chana en cuanto al arreglo de calles. Es un documento municipal porque se aprueba en un órgano municipal. El alcalde, en este caso, hace suyas esas peticiones. Ya no son reivindicaciones de La Chana, si no el compromiso del alcalde. Pero esas calles son del barrio de Las Angustias o los alrededores de la C/ Ledaña. Es decir, un territorio de La Chana donde la gente vota al PSOE de forma aplastante. Da igual que en este territorio sus habitantes padezcan todo tipo de malestares: saneamiento municipal deficiente, plagas de cucarachas y ratas, ausencia de limpieza en estas calles, asfalto en mal estado. Da igual que el espacio precise de una renovación generalizada. Da igual que esos vecinos y vecinas de Granada, necesiten el compromiso de su alcalde. Sin embargo, su alcalde, prefiere mirar hacia otro lado. Y me pregunto si no estará mirando del lado de aquellas partes de la ciudad en la que obtiene buenos resultados electorales. Que yo sepa, Torres Hurtado, es el alcalde de la ciudad, el que debe defender a los granadinos. ¿O sólo defiende a las personas que el votan? Quizá, sólo quiera el poder. Quo Vadis, Torres Hurtado.

lunes, 30 de agosto de 2010

La Granada apática o viva




Comienza un nuevo curso que en el ámbito político será diferente porque habrá elecciones municipales. Todos los partidos han elegido ya a sus cabezas de cartel, y en el PSOE de la ciudad será Paco Cuenca el candidato a la alcaldía.
Desde ya hace años, cada vez que leo estudios sectoriales o territoriales, centrados en el análisis de los sectores productivos de la ciudad, o como introducción a algún Plan Especial para intervenir en cualquiera de nuestras zonas de alto valor patrimonial, se destacan aspectos negativos de Granada. Se trata de reflexiones, muchas de ellas apoyadas en la opinión de ciudadanos concretos, que inciden en los problemas que persisten en nuestra ciudad. Así, por ejemplo, existe la opinión generalizada de que Granada sufre un mal histórico que nos hace ser una ciudad estancada: La prueba es nuestro retraso industrial y la consecuente ausencia de tejido empresarial. La responsabilidad suele achacarse a la propia apatía de los ciudadanos, ya que, se dice, preferimos ahorrar o invertir dichos ahorros en pisos para vivir de las rentas, por ejemplo. Responsables también suelen ser los políticos, y desde hace unos años se destaca la tensión entre la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento. En definitiva, y resumiendo mucho, el resultado de estos problemas es un sentir, el granadino, embozado de fatalismo, desesperanza y abandono.
Este panorama nos convierte en un colectivo sin remedio. Somos así, es nuestro destino. Sin embargo, esto es un hecho cultural que podemos cambiar, porque si en muchas ocasiones hemos podido y hemos sumado, quiere decir que no somos, como expresa el dicho, “la última mierda que cagó canasto”. Por eso desde el PSOE creemos que Granada necesita un cambio.
Torres Hurtado y su gobierno, ha preferido sacar partido de esa Granada fatal. Y la confrontación abunda en esa imagen abandonada y desesperanzada. Y ello, pese a que el futuro de Granada se construyó y se construirá desde el acuerdo entre administraciones. Esto es lo que le ha permitido al alcalde hacer una política que camina de puntillas por todos los asuntos estratégicos de la ciudad: La movilidad, el desarrollo tecnológico, el equilibrio entre los barrios o el empleo. De ahí el elenco de medidas cosméticas que llaman la atención pero que no generan valor añadido. Además, esta orientación le permite al PP esconder una deficiente gestión económica (aunque está muy bien lo de la crisis para colgar en esa percha cualquier asunto de economía municipal), una falta de proyectos de futuro para que Granada se sitúe a la vanguardia de otras ciudades de nuestro entorno (aunque está muy bien que exista la Junta de Andalucía para colgar en esa percha todo lo que no somos).
En cualquier caso, y volviendo al principio, Paco Cuenca ha sido la persona en la que el PSOE ha confiado para traer Nuevos Aires para Granada. Nuevos aires que han supuesto dos años de duro trabajo en la calle, de charcos y de zapatillas. Hemos desarrollado asambleas ciudadanas donde vecinos y vecinas nos decían a la cara en qué habíamos fallado en todos estos años y qué habían echado de menos del PSOE. Un trabajo que sueña una ciudad que, inserta en Andalucía, ha contribuido a hacer más Andalucía, desde su riqueza patrimonial y paisajística, con sus valores y el esfuerzo de la ciudadanía. Por eso, Paco Cuenca, reivindicó en su primera intervención pública que pondrá todos sus esfuerzos en defender los intereses de la ciudad, desde la lealtad y la firmeza, sin cinismos. Cómo podría ser de otra forma, si Paco Cuenca nació en Granada, en La Chana, y vive en esta ciudad y aquí hace su vida con su familia. Un proyecto, el socialista, que pone su confianza en un candidato que ama Granada. Un candidato que considera que nuestra ciudad, además de un atraso industrial histórico, ha hecho ya su apuesta, pese a Torres Hurtado, por la innovación y el conocimiento, como lo demuestra el Parque Tecnológico de la Salud o el Parque de las Ciencias, o la creación de empleo en el sector audiovisual. Granada, con Paco Cuenca, va a hacer una apuesta por la juventud, conectándolos con el conocimiento para que haya un futuro inmediato. Además, sabe que el urbanismo es la mejor política social que existe, para desarrollar otro modelo de movilidad desde el liderazgo metropolitano de la ciudad. Donde también el turismo y la cultura, además de fuente de riqueza, lo sea también de empleo y de orgullo colectivo, desde la atención a los barrios y a la gente que vive en ellos, olvidada por Torres Hurtado. Paco Cuenca, en definitiva, es un hombre de la Granada bella, alegre, luminosa, cálida, acogedora, universal desde sus tradiciones locales y sus valores patrimoniales, cosmopolita, creadora y emprendedora, dinámica y viva. Al otro lado, la Granada cerrada y conservadora de Torres Hurtado, cuyas propuestas son acomodaticias, apáticas, sin confianza en nuestras posibilidades como ciudad y sin futuro alguno que otear.
(Artículo publicado en Granada Hoy el 29 de agosto de 2010)

viernes, 27 de agosto de 2010

Diccionario de agravios


Releer la prensa, los archivos de prensa, me refiero, en la calma del verano, te hace descubrir curiosidades de diverso tipo. Es común escuchar en los medios de comunicación que los políticos hablan mal, rematadamente mal. Y yo estoy de acuerdo. Cierto es que releyendo, -Punset dice que no hay que fiarse de la memoria para los detalles y por eso es necesario releer-, las actas de sesión de los diputados en la II República, la riqueza del lenguaje era mucho mayor, si bien la ornamentación es tal que, en seguida, se te quitan las ganas de seguir leyendo. También dicen los medios de comunicación que el alumnado escribe mal y habla peor. No es la presencia de una jerga juvenil la culpable, sino las faltas de ortografía garrafales y una dificultad para encontrar palabras que, entre otras cosas, impide la expresión de sentimientos y también de frustraciones. Así de importante es el lenguaje. Yo procuro leer mucho, y además leer buena literatura. Si escribo bien o mal, si hay expresiones que no escribo correctamente, lo admito. Pero todo este cúmulo de excusas (esta es la frase larga e imperdonable de todo post), mencionando primero a los políticos, que son, como todo el mundo sabe, los culpables, pasando por los alumnos y alumnos, que son, en los tiempos que corren, poco menos que cavernícolas, siendo los culpables de esta situación las personas que se dedican a la política y, en concreto, a los temas educativos, no es menos cierto que los que peor hablan y escriben son, precisamente, aquellos que trabajan en medios de comunicación de masas.
Hay corresponsales en televisión, intrépidos, pero que atropellan el lenguaje con igual intrepidez. En la prensa de ámbito nacional, la moda es hacer entrevistas en prosa. Es decir, se hace una entrevista a un personaje, -pongamos la ministra Aido-, y luego se cuenta la entrevista y el decorado, y lo que dicen personas que colaboran con la ministra, quizá algún secretillo personal. Pues bien, en algunas ocasiones, como se quiere contar un cuento, pues se pone la tensión donde debía ir un punto y coma para relajar, o se cuenta el secretillo no cuando se habla de la persona Aido, sino cuando ha tomado una decisión el personaje Aido. En fin, que se lían las criaturas. Y, estos errores, también se cometen en la prensa local. Hay periodistas con quienes no comparto muchas de sus opiniones, pero escriben de maravilla, aunque se les note que rizan el rizo para que les cuadren los argumentos. Minucias. Este blog peca de ello porque es partidista. No me refiero tanto a quienes escriben opinión. Aunque existen meteduras de pata hondas. Algunas de prohombres de esta ciudad. Pero lo peor está en los artículos. Será la prisa.
Una frase me ha llamado la atención porque no hay por donde cogerla: “En el diccionario de agravios de Granada goza de un sinfín de términos”. Es cierto que puede pensarse que soy quisquilloso. La frase se entiende en el contexto sociocultural de Granada y ni siquiera hace falta contextualizar con el cuerpo de la noticia en su conjunto. El periodista destaca que Granada tiene muchos términos para definir el agravio que sufre. Conviene recordar qué significa agravio (RAE: Ofensa que se hace a alguien en su honra o fama con algún dicho o hecho; Ofensa o perjuicio que se hace a alguien en sus derechos e intereses; Humillación, menosprecio o aprecio insuficiente).
En fin, que se habla muy mal en este país, y esto implica que dejemos de soñar. Pueden creer que es una tontería. Pero en esta noticia a la que me refiero, se demuestra el agravio mencionando a las infraestructuras, que es lo que justifica nuestro atraso como ciudad y como provincia. Es una noticia periodística, porque eso es lo que define la actualidad, pero me pregunto si podríamos poner nuestros esfuerzos hasta morir, en lugar de en la queja, un poco también en el sueño del soñar horizontes, no del letargo y el aburrimiento machacón que, además de ser el discurso del PP, es incierto.

viernes, 20 de agosto de 2010

A mis soledades voy/ de mis soledades vengo...


Cuando vuelvo de vacaciones siento dos inclinaciones: Por un lado, espero hallar los cambios y, por otro, deseo no caer en el hastío de lo cotidiano. Pero he hallado pocos cambios y, en la vida política de esta ciudad en concreto, el hastío es tan cotidiano como acostumbra. Me he encontrado con opiniones ¿críticas? de compañeros, repetidas y aparentemente ruidosas. Pero mi blog me pertenece y no haré comentario alguno porque sería entrar en una espiral sin el menor de los sentidos. De cuantas cosas me cansan/ fácilmente me defiendo;/ pero no puedo guardarme/ de los peligros de un necio. También ayer, después de mucho tiempo, vi en Granada Televisión el informativo de siempre porque parece que así son las cosas y no tenemos remedio. Lo mejor fue que mi amiga Cuca (en mayúscula aunque sea un apelativo) me envió en un correo un poema de Lope que no ha dejado de rondarme, tal y como se acaba de comprobar: A mis soledades voy/ de mis soledades vengo/ porque para andar conmigo/ me bastan mis pensamientos. En fin, que ha sido lo mejor de la realidad que vivo o sueño tras mis días de asueto.
En el informativo el PP cantó su llanto por Granada, su quejido lastimero: ¡Qué bien lo hacemos nosotros, qué mala es la Junta! Como su idea de Dios y de la religión católica, no existe la menor autocrítica, todo se convierte en dogma. Lo digo pues en Dios creo, aunque a veces me asaltan las dudas y tengo que hacer un esfuerzo para sentirlo. Y es que en mis soledades veraniegas, frente al mar, parecía un pasmarote (RAE: persona embobada o pasmada por pequeña cosa), pero hete aquí que reflexionaba de forma sesuda e intentaba acertar con alguna acción de Torres Hurtado que haya ido más allá de las estatuas. Nada encontré, salvo los arreglos que son reivindicaciones de siempre en algunos barrios que sin los fondos Zapatero nunca se hubiesen llevado a cabo. Unos fondos, como el PP dice, que despreciaron pero que le harán salvar los muebles de su mandato: Entiendo lo que me basta,/ y solamente no entiendo/ cómo se sufre a sí mismo/ un ignorante soberbio.
Y poco más. Ante el rifirrafe (RAE: contienda o bulla ligera y sin trascendencia) mi compañero, Isidro Olgoso, sólo podía decir que Junta y Ayuntamiento se pusieran de acuerdo con el asunto del Centro Lorca. Le faltó la expresión, “¡un poquito de por favor que la liamos!”.
Este pues, es el tono que le interesa al PP. Incluso marca el de esta entrada. Y ahora siento nostalgia, envidia más bien, por sentir de nuevo el embobamiento marino: Con esta envidia que digo/ y lo que paso en silencio,/ a mis soledades voy,/ con mis soledades vengo.
Ya sé que es un final cojonudo, pero no me resisto: Deseo que llegue septiembre y las fiestas del Zaidín para que nos pongamos las pilas y entremos de lleno en esta larga campaña electoral o como coño se llame.

viernes, 30 de julio de 2010

Paco Cuenca será alcalde de Granada


Merece la pena que esta entrada en mi blog no sea la plasmación en sí de una opinión personal. Se parece más a una nota de prensa, pero siento que era oportuno dejar constancia.
Hoy, 29 de julio, Paco Cuenca se ha presentado oficialmente ante la ciudadanía como el candidato oficial del PSOE de la ciudad para la alcaldía de Granada. En su declaración ante los medios de comunicación ha dicho, sin duda alguna, que será alcalde de Granada. Y yo que lo conozco desde hace mucho tiempo, sé que lo cree firmemente.
Paco Cuenca, se ha presentado como un hombre de barrio. De barrio porque se ha criado en La Chana, de barrio porque su trayectoria personal, muy ligada al deporte, ha tenido que ver con muchos barrios de la ciudad: con el Zaidín, con el Albaicín, etc., y con Almanjayar y Cartuja. Barrios, en definitiva de los que se ha ocupado como Delegado de Obras Públicas y, posteriormente, de Economía, Innovación y Ciencia: el programa de actuación del Albaicín en la Oficina de Rehabilitación y el impulso al programa de actuación de la zona Norte, donde existen más de 5000 viviendas de titularidad pública. También, la puesta en marcha de los Centros Guadalinfo, o una campaña formativa de apoyo al comercio de barrio. En definitiva, Paco Cuenca, ha pedido altura de miras ante el momento complejo que nos toca vivir. Un momento en el que un alcalde puede aportar soluciones ante la crisis, tomando decisiones que nazcan del análisis de la situación de las personas que formamos parte de esta ciudad.
En la misma ruda de prensa, Chema Rueda, secretario general del partido en la ciudad, ha comentado que el PSOE está listo para afrontar esta nueva fase del trabajo. Primero, hace dos años, fortalecer al partido, y para ello, trabajó en la dinamización de todos los activos que tenemos. Después, pero al mismo tiempo, se ha producido un acercamiento a los barrios, a la calle, y por eso nos pusimos las zapatillas y hemos realizado múltiples actividades como las asambleas ciudadanas. Finalmente, elaboramos un documento de trabajo confeccionado por todos los militantes y cuantos ciudadanos y colectivos hemos tenido oportunidad de visitar hasta el momento; son los Nuevos Aires para Granada. Objetivo 2011, un impulso que continuará en los próximos meses. Y ahora tocaba poner la guinda, el rostro, Paco Cuenca, cuyo fin no es otro que recuperar la alcaldía de Granada contando con la complicidad de la gente de la calle.
También estaba presente, Teresa Jiménez, secretaria general de la provincia, mostrando su apoyo al PSOE y a Paco Cuenca, convencida de que Granada necesita un cambio de aires y que, dicho cambio, beneficia al resto de la provincia. Y ciertamente, pienso que el apoyo de Teresa y del partido en la provincia será fundamental para que Paco Cuenca sea alcalde de Granada.
Y, por último, también estaba Juan Manuel Fernández, responsable del PSOE andaluz de política municipal. Natural de Chauchita, Juan Manuel habla tanto con el corazón como con la cabeza. Ha criticado la actitud del PP en Granada, en Andalucía, a Torres Hurtado, sin estridencias, sin insultos. No le hace falta porque le pone cabeza a la crítica, y elegancia, y corazón a lo que desea que sea el PSOE: un partido de gobierno que tiene que asumir el “cabreo” ciudadano ante las medidas que se han tenido que adoptar, pero formado por gente honesta que puede mirar a la cara de la gente para pedirle el voto, para comprometer a la ciudadanía con valores universales desde la cercanía y la transparencia, desde la responsabilidad y el aprecio a los sentires cívicos, humanos.
Con este tipo de personas, como Chema, como Teresa, como Juanma, es con las que quiere trabajar Paco Cuenca: y con usted, sobre todo con usted. Contigo.