viernes, 29 de enero de 2010

Vamos a estar en la batalla de la ilusión

No está perdido nada porque el partido se juega todavía. Ni siquiera ha terminado la primera parte y estamos en forma.

En La Chana (y en Cerrillo y Bobadilla), el PSOE estrena un nuevo boletín informativo. Un boletín donde la noticia las elaboramos con los vecinos y vecinas del barrio. Son estas personas las que nos han dicho lo que les preocupa y lo que echan de menos en el barrio, como dice Gloria, la presidenta del Grupo Motor de Mujeres. Y en el Zaidín, seguimos muy de cerca la acción del alcalde, Torres Hurtado, en Santa Adela, tras su intento pragmático del divide y vencerás como fórmula para escapar de su responsabilidad. Y también en el Albaicín, donde nos llegan rumores de desatención a las familias del barrio con la excusa de que quien interviene en el mismo es la Junta. Pero la Junta ofrece ayudas a la rehabilitación y no tiene competencia para obligar a los propietarios a que cumplan con su deber de conservación de los edificios. Eso también es responsabilidad del alcalde. Enreda, lía a los vecinos, juega sucio y empieza a ponerse nervioso. Por eso, su mal humor, que siempre trata de esconder en público, cada vez es más notorio, pese a que se cuide delante de las cámaras. Está nervioso porque el PSOE, sin el poderío económico del PP, salvo el trabajo voluntario de sus militantes, ha salido a la calle a vérselas con los problemas de la gente. El PSOE no puede gastarse más de 12.000€ en colocar folletos en el diario IDEAL. Por eso hacemos un boletín de barrio que llevamos a imprenta y sacamos mil ejemplares por algo más de 300 euros. No hay comparación, dirán algunos, pero lo importante es compartir con la gente y no si el papel es de calidad superior. Ellos manejan dinero, nosotros nos ponemos zapatillas.

Pero además, todo este trabajo de denuncia y de contacto, lo vamos a conjugar con las propuestas. Como dicen mis compañeros y compañeras, no hay proyecto en Granada que no haya surgido de los gobiernos municipales del PSOE: El Parque Tecnológico de la Salud ya es una incubadora de empresas y alberga más de 1000 empleados. A eso debemos sumar el metro, las autovías, el AVE, los vuelos de bajo coste, la ampliación del Parque de las Ciencias. Y es que ante la crisis, en lugar del llanto, los socialistas nos la jugamos. Mientras tanto, el alcalde del PP, llora, y su llanto nos hace caer en un lamento profundo y desilusionado. Clama al llanto el alcalde, pero no deja de poner chinas gigantes en el camino para que los proyectos se retrasen y parezca que nos castigan los demás.

Granada necesita nuevos aires, recuperar su autoestima y apostar por una cooperación y colaboración firme. Los hombres y mujeres del PSOE en la ciudad vamos a reclamar lo que es nuestro pero sin dejar de soñar el futuro. Un futuro que pasa por hacer mejor lo que ya hacemos: el comercio, el turismo, la rehabilitación del casco histórico, sin dejar de lado lo que ya es una realidad: la innovación y el conocimiento, en colaboración con la Universidad, en materia de salud fundamentalmente.

Estamos en la calle para enfrentarnos y vencer a la apatía, el lloriqueo, la inanidad, la desesperanza, el clientelismo político vecinal, sobre todo en aquellos barrios más desfavorecidos donde la carencia de oportunidades en igualdad de condiciones es más execrable. Y si no, esta historia como botón de muestra: En las anteriores elecciones europeas, un joven gitano cumplía funciones como interventor del PP. Al finalizar la jornada electoral, se me acercó para preguntarme si le pasaría algo por votar al PSOE porque no quería tener problemas.

Dicho queda. La batalla va a merecer la pena. ¿O no?

viernes, 22 de enero de 2010

A lo nuestro, que es lo de usted

El PSOE de Granada abordó hace algo más de un año, un análisis electoral. Es un trabajo arduo, pero tan simple como observar a qué partidos vota la ciudadanía en las elecciones en los diferentes colegios electorales. Acumulando elecciones, el PSOE ha perdido en las elecciones municipales muchos electores. Las razones son varias. Ya hicimos una asamblea ciudadana el pasado año donde vecinos y vecinas nos dijeron en que había fallado el PSOE: candidatos que, al perder una elección, se van; elaborar el programa electoral unos meses antes de las elecciones, mientras que lo que debería haber primado era un trabajo donde nos empapáramos de los problemas de la gente y que se resumió en el famoso: “más zapatillas y menos despachos”. Todo este trabajo de mediación, se ha complementado con una variedad de actuaciones tales como visitas del grupo municipal a los diferentes barrios, atención directa a la ciudadanía, reuniones de trabajo, reparto de octavillas y elaboración de boletines informativos.

En resumen: sabemos por qué la gente no nos votó en anteriores elecciones. Nos han dado un buen tirón de orejas, pero en cada visita de barrio, los hombres y mujeres de esta ciudad, nos dicen que sólo nosotros podemos defender y solucionar sus problemas.

Quizá Zapatero podría hacerlo mejor, pero a nadie se le olvida que fue la burbuja inmobiliaria, auspiciada por el PP y sus colaborados neoconservadores, la que provocó esta crisis del sistema capitalista. Y si lo que falló fueron las medidas del sálvese quien pueda de Aznar y Bush, la solución, no puede venir de este tipo de gente.

En Granada, la ciudad vive distraída, como si estuviese dormida. Pero es un sueño aparente porque la gente quiere tener un intermediario. Y ese intermediario es el PSOE. Cuando visitamos los barrios, nos jalean por lo bajo y nos piden que movamos un poco el cotarro. Nos muestran cómo el alcalde les ha abandonado, que nada hace por el centro, más allá de las obras del pasado en Gran Vía y la Avda. de la Constitución, ni por los barrios, ni por el patrimonio, ni por el comercio o el empleo. Granada agoniza porque el alcalde no ofrece nada en este futuro incierto. Parece que sólo espera que pase la crisis y que los votos le sean favorables porque el desempleado castiga al que gobierna y, de ese modo, se contagie ese clima generalizado de crisis, de falta de esperanza.

El PSOE, en cambio, cree en la gente y se ha lanzado a la calle para hacer frente a los problemas de los granadinos y granadinas. Para salir todos juntos de esta crisis. Nos jugamos el tipo porque para nosotros es fundamental que la gente pueda vivir. Al PP, en cambio, en Granada, le interesa el poder por el poder, es el pragmatismo absoluto, ese pragmatismo del todo vale y que representa la ética del sistema capitalista más voraz. Por eso, no se preocupa por la cohesión social de los barrios, sólo por los votos en base a la compra de voluntades y del control del movimiento ciudadano, tal y como ocurre, digámoslo ya, en la zona Norte de la ciudad.

Es pues, esta la situación, y aquí está el PSOE para trabajar por todas aquellas personas que viven en esta ciudad, en cualquiera de los barrios, en cualquier casa de cualquier calle. Un proyecto que quiere sumar voces. Voces como la de usted.

domingo, 17 de enero de 2010

Objetivo 2011


Von Neumann, plantea la diferencia entre las máquinas artificiales y las vivas. Y dicha diferencia radica en que las primeras no pueden regenerarse, mientras que las vivas, como las humanas, se regeneran permanentemente a partir de la muerte de sus células, tal y como Heráclito planteaba: "Vivir de muerte, morir de vida". Y en cierto modo, el PP, con el alcalde, Torres Hurtado, a la cabeza, trata a Granada como una máquina artificial, como si viviésemos atenazados por un destino trágico fruto del maltrato que sufrimos del exterior, como si fuésemos un ente aislado, una fortificación circular que impide que la ciudad sea un organismo vivo que lucha por su autonomía pero que, por definición, se sabe dependiente y, por tanto, debe cooperar con lo que le rodea para que le vaya mejor. Es un destino trágico falso porque Granada ha recibido fondos de la Unión Europea, los recibe ahora del Gobierno de ZP y, nuestra Universidad, por poner un ejemplo, en los últimos años, ha sido la Universidad andaluza que más dinero ha recibido de Andalucía para poner en marcha el Campus de la Salud. Y así podríamos nombrar fondos y más fondos que vienen del dinero de todos y todas las andaluzas para que Granada tenga un futuro mejor. Para Torres Hurtado, es él quien se encarga de defendernos de la agresión exterior, pero de ese modo impide que la ciudadanía se desarrolle como una máquina viva que halle nuevos retos, que se fortalezca y que coopere para seguir viviendo.
Esta ciudad no puede seguir atrapada en su belleza y paralizada ante el futuro. Por ello es necesario un cambio cultural para que el PP no nos trate, al modo en que lo expresa, Edgar Morin, como una máquina trivial colectiva. Una máquina de la que se puede predecir su comportamiento. No está condenada la ciudad de Granada y su provincia a encabezar el furgón de cola. Cuando un ente vivo, no puede alcanzar su meta, como le ocurre a los humanos, se deben buscar alternativas y no comportarse de forma trivial. Y los momentos de crisis son especialmente proclives para ello: Necesitamos improvisar, ensayar nuevas estrategias para que la ciudadanía granadina salga de los conocidos: "Granada es muy bonita, pero aquí no hay trabajo", "aquí no hay un dios que se ponga de acuerdo", "todo lo bueno, al final, se tira a la basura por las discusiones cainitas", "si se puede hacer pronto en Granada tardaremos una década", "los políticos de Granada no defienden lo suyo". Y estos conocidas y aparentes verdades se jalean en la prensa, forman parte de nuestro carácter cultural, pero no es otra cosa que una construcción cultural, no es algo natural como la formación de una montaña y, por tanto, se puede cambiar. Por eso, Morin, nos invita a abandonar los programas porque eso nos convierte en una máquina trivial, y pasar a buscar estrategias elaborando soluciones novedosas.
Para el PSOE, la estrategia pasa por conformar un discurso participativo que extraiga lo mejor de cada uno de nosotros, de todos y todas las granadinas.
En este mundo interconectado y dependiente, en crisis, las soluciones tienen que venir de la cooperación. Esa es la apuesta, y no la Granada-isla que "alguien malvado" ha aislado. Hay un proverbio turco que dice: "Las noches están encintas y nadie puede decir qué día será el día que va a venir". Y esta debe ser nuestra apuesta de futuro: Hacer mejor lo que ya sabemos hacer, reinventarnos, buscar alternativas y cooperar con firmeza. Por eso el PSOE, quiere esperar lo improbable, porque no está aquí para realizar un buen papel en las próximas elecciones, sino para ganar y quedarse, por más que los demás lo vean como un hecho improbable. El PSOE, en cambio, en el último año, se ha comportado como una máquina no trivial, innovando en su modo de hacer política, pero siguiendo el consejo ciudadano. Por eso elabora en estos momentos un modelo de ciudad con la voluntad de compartirlo y, por tanto, de enriquecerlo, con la ciudadanía, con el objetivo de que sea un modelo de ciudad colectivo, nuestro. Por tanto un modelo en construcción que apueste por la innovación, y no sólo económica, -lo tenemos clarísimo-. La innovación debe ser fundamentalmente sociocultural, ciudadana, política, porque sólo así, habrá innovación también económica.

lunes, 11 de enero de 2010

Nuevos aires para Granada


El aire es frío. Lo normal cuando es invierno. Pero el PSOE de Granada comienza el año comprando zapatillas en las rebajas. Nos hemos comprado zapatillas cerradas para abrigar el pie y, así, se mantenga caliente. También zapatillas primaverales y de colores. De ese modo, con el equipo compuesto, sin alharacas, sin estridencias, sin entrar al trapo de las críticas del PP, de su mofa por ponernos las zapatillas que nos llevan de calle en calle de Granada, y después de tirar los zapatos gastados durante más de un año de trabajo callejero, vamos a dar otro impulso a lo que acontece en la rúe porque la rúe somos nosotros mismos; usted y yo, el abuelo y la abuela, el trabajador y el desempleado, el vecino y la vecina. Nuevos aires para Granada para salir del victimismo, para mirar el futuro incierto con optimismo, jugando con el caos y la previsión, sin intención de vender, sólo compartir: Lo que usted siente y piensa, lo que usted necesita, lo que puede poner el PSOE y sus militantes, lo que todos tenemos que poner.
Por eso estamos construyendo una propuesta alternativa a Torres Hurtado, alejado de su desidia, de los aspavientos, del ordeno y mando derechista, de la falta de participación. Porque esta es la clave de nuestro ideario: Más cultura democrática. Los asuntos públicos son cuestión de todos y de todas, y las decisiones de lo que es nuestra ciudad las debemos tomar entre todos. Una ciudad más habitable es más que un eslogan, es la necesidad de que nuestros barrios estén equilibrados, tanto a nivel de equipamientos como conformado por un tejido social crítico y constructivo, pensado, sentido, decidido por la persona mayor, por los hombres y las mujeres, por los jóvenes y los infantes. Nuevos aires para poder salir de la zona cero a la que el alcalde nos quiere someter. ¿Qué proyecto tiene para Granada si en su proyecto no se otea el horizonte? El PSOE lo ha venido haciendo mal en los últimos años. Podemos decir que con socialistas en las instituciones se puso en marcha el Parque de las Ciencias, el metro, el Campus de la Salud, etc., pero nos olvidamos de ponerle el sello ciudadano. Por eso, conscientes de nuestro bagaje, de los errores cometidos, queremos estar en la calle para construir un aire nuevo con la complicidad de la ciudadanía y de los responsables de la Universidad, del comercio, de la cultura, de los sindicatos, del pequeño y mediano empresario. No vamos a proponer la Torre de Babel, vamos a ser realistas con la situación que vivimos, de igual forma que seremos responsables para decir que esta o aquella propuesta necesita tiempo. No son nuevos aires para despeinarnos de una vez, pero sí para sentir el airecillo de la libertad por ser más dueños de nuestras vidas sin que para ello tengamos que perder la cordura. Nuevos aires para Granada que apuesten por un cambio en la manera de relacionarnos con el medio ambiente, apostando por la educación como forma de hacer partícipes a los ciudadanos y ciudadanas del futuro, donde la innovación no sea el maná que lo solventará todo, pero sí para ayudar al cambio y mirar el presente sin la desidia a la que Torres Hurtado nos quiere llevar. A la calle que ya es hora, decía el poeta, para mostrarnos humildes y orgullosos de ser un partido que puede aportarle a esta ciudad un cambio de rumbo. Yo también tengo mis zapatillas, sólo falta usted.

jueves, 7 de enero de 2010

Toma y daca

Cada tres por dos, seis. Es lo que dice un viejo conocido mío albaicinero los sábados por la mañana. Los domingos, cuando lo visito de vez en cuando, la cosa cambia, arremete contra el mundo y, disgustado, me replica que, cada tres por dos, a la mierda. Yo lo dejo hablar. A fin de cuentas, mejor desahogarse. Es en ese momento cuando saca su botella de anís y nos ponemos a beber. Aunque él, además de beber, suelta por la boca toda la mala leche que tiene en el estómago, como si el anís le hirviera dentro y le incitara a expulsar los dolores. Entonces, me cuenta sus batallas. Me habla del hambre y, en ocasiones, no sin rubor, pienso que son historias pasadas de un viejo decrépito, torturado por el transcurrir de los años y por la proximidad de la muerte. Tiene usted demasiados años, Agustín, y el anís le afloja y suelta por la boca siempre la misma cháchara. El viejo sonríe maléficamente por brindarle la excusa perfecta para que me replique, pero en ese momento, como si de un quiebro se tratara, me mira y, justo cuando creo que se arrepentirá de mi mofa, hace otro quiebro y me manda a tomar por el culo. Yo pongo cara de sorpresa y sonrío. Agustín, como él mismo expresa, me carga el vaso y me dice que mi sonrisa le gusta porque le recuerda la de uno de sus hijos que se largó con una gitana a Barcelona y, desde entonces, no lo ha vuelto a ver. La vida es así, continúa, unos vienen y otros se van; ya lo decía, Julio Iglesias. Ese sí que supo montárselo bien; menudo gamberro ha sido el gachón. En ese momento apura el segundo vaso y yo sé que esa es la señal que anuncia el final de la visita, pero al intentar levantarme, me frena con la mano para que continúe sentado. Y cómo no, yo me siento y espero que traiga al presente algo del ayer para conversar con él.
- ¿Qué?
- No sé, Agustín; usted dirá.
- ¿Cómo va la política?
Justo pensé en un pedagogo experto en educación para personas mayores que decía que lo mejor para que una pregunta fuese contestada era devolverla.
- Pues no sé, Agustín, cómo cree usted que va la cosa.
Esperé una respuesta pero me falló el consejo del experto pedagogo, pero insistí con otra pregunta: Por qué pierde siempre la izquierda en Granada. De nuevo pasaron unos segundos que me inclinaron a pensar que el viejo volvería a guardar silencio. Se levantó del sillón de escay rajado y apoyó la mano en el marco de la ventana con la vista fija en el suelo de la calle como si contemplara el golpeteo caprichoso del agua de la lluvia.
- ¿La izquierda, hijo mío?, ¿qué izquierda? Aquí nunca ha habido una izquierda de verdad.
- Hombre, Agustín, eso es mucho decir.
- Cá, te lo digo yo… Te lo digo yo, -volvió a repetir y en su expresión pude contemplar la desolación añosa de su rostro-. Ellos, hijo mío, hablan de reformas y vosotros contestáis. Sin embargo, viene un tiempo del carajo para todos y, cómo no, no hay más todos que los mismos de siempre. Como esta mañana en la radio con la dichosa Toma. Toma y daca, hijo mío. En fin, será mejor que te vayas. Debes perdonarme, pero los domingos de un viejo como yo no serían domingos si no me paso el resto del día solo.
- La Toma es importante, Agustín, -le digo mientras me pongo el abrigo-.
- Tanto como las reformas de las que tanto hablan.
En la puerta me despedí de Agustín hasta el primer domingo del próximo mes, que llegará como yo hice cuando bajé la Cuesta Alhacaba para coger el autobús que me llevara a mi casa dispuesto a pasar un domingo solitario como Dios manda.