lunes, 27 de septiembre de 2010

Qué sí, que ya sabemos que sois infalibles


El PP de Granada, por boca de Sebastián Pérez, que es el presidente de ese partido dice cosas con vehemencia:

Granada tiene que mirar el futuro con optimismo pero el presente es desolador. No tiene duda alguna: los otros malos, nosotros buenos.

Y sigue:

Ante este negro panorama, el PSOE de Granada quiere vender como éxito una larga cadena de fracasos, de lo cual resulta, cómo no y efectivamente, un negro panorama: allí las sombras, aquí la luz.

No le interesa al PP quién es quién de cara a las próximas elecciones municipales. Sólo sabe que hay un culpable y que con él ya está hecha la campaña electoral: ZP. Claro que no habla de Rajoy. Aquí es mejor para el PP evitar a su líder. Ocurre que Zapatero sufre el desgaste de la dura crisis mundial que vive el país. Ha tomado decisiones bajo una presión internacional muy fuerte y ha dado alguna que otra muestra de descoordinación. Pero Rajoy, que no gobierna siquiera, no es más valorado que el Presidente del Gobierno por el conjunto de la población. Ni en tan adversas condiciones, soporta Rajoy la comparación con Zapatero.

Continúa el amigo Sebastián Pérez: ya conocemos en Granada el agravio al que los socialistas someten al Ayuntamiento: ellos crueles, nosotros amables.

Y ahora el meollo: votar a los socialistas es votar a la crisis: ellos despilfarradores, nosotros ahorradores. Claro que desde el año 2003 el IBI, la contribución de toda la vida, la ha subido el alcalde un 38%, y así ha ocurrido con todos los impuestos municipales. El PP nos hace creer a la buena gente que bajan los impuestos, pero no es cierto. Los han subido en Granada hasta en los años en que no había crisis.

Pero hay más meollo. Ahora viene la parte en la que se retrata Sebastián Pérez. Dice: La sensación de desgobierno se ha transformado en una sensación de alarma y de caída libre (de sensación en sensación y tiro porque me toca). Y la respuesta del PP no puede ser más rimbombante: Sólo un golpe de timón puede salvarnos. El lenguaje, y esto es una opinión muy personal, no es un asunto baladí. El lenguaje además de poder resultar hiriente o reparador, esconde los verdaderos sentimientos de alguien, su verdadera ideología, bien radical por cierto. Es el derecho a mandar de la derecha, que es de cajón por natural. Es, pues, una retórica intransigente, como nos enseña Albert O. Hirschman. Histérica incluso.

Habla Sebastián Pérez, finalmente, de una batalla para llevar el mensaje del PP a donde haga falta, pese a que gozan los socialistas de una abrumadora mayoría mediática –subvencionada por todos los granadinos-. De esta forma el PP convierte a los socialistas en una panda de masones conspiradores y acusa sin más prueba que la denuncia en sí.

Lo que sí denuncio yo aquí es que los socialistas son culpables de esta reacción enfadica de Sebastián Pérez, presidente del PP: hemos necesitado un simple pregón, el de Jara en las fiestas del Zaidín, y un candidato como Paco Cuenca trabajando a pleno pulmón por la ciudad, como canta Miguel Ríos, para que empiecen a sentir el aliento de quien va segundo pero va a por todas. Y es que Paco Cuenca será alcalde de Granada. Le sobran razones y es gente. Ni más ni menos.

jueves, 16 de septiembre de 2010

Intolerable


Realmente me parece intolerable la torpeza que hemos tenido a la hora de desenvolvernos con el PP. Intolerable suena quizá demasiado vehemente, sobre todo porque ellos hacen política desde el cinismo más absoluto. Pero lo importante es que nos demos cuenta de lo que ocurre y, sobre todo, de cómo hacerle frente. Porque hay que hacerle frente. No porque esto sea una guerra a muerte. No, ni mucho menos. Simplemente esconde un proyecto político para Granada que en nada beneficia a los granadinos. Como dijo Jara en el Zaidín, para él Granada es siempre de “carne y hueso”, es decir, gente concreta: usted, mis vecinos, sus padres, sus hijos, yo. Y ciertamente hay que rebelarse contra ese proyecto político que nos mantiene, como dice Paco Cuenca, adormecidos, atolondrados, añado yo, y aburridos también, hartos, cansados. ¡Uf, qué cansino es el discurso del PP! Tanta pelea sin sentido, tantos dimes y diretes, tanta confrontación de patio de colegio: ¡Qué no, qué tú, pues anda que tú, ni pensarlo, nos castigan, son malos!

Al PP le falta decir que los demás son tan malos que mejor borrarlos del mapa. Es una guerra tan estéril que lo mejor, pienso yo, es cortar por lo sano. Algo así como un ¡ahí te quedas!, un ¡me planto!, un alto y claro ¡ya está bien!

Los responsables políticos de la Junta quieren dialogar, y podemos leer en los periódicos cómo incluso, para que un tema salga adelante, se tiene que pactar un silencio entre las partes, es decir: ¡Por favor, no rajemos en público, lo importante es acabar esta o aquella obra!. El otro día pude leer un recorte de periódico en este sentido que tenía que ver con el Cuarto Real de Santo Domingo. Pero no hay manera, como el PP vea que en el asunto hay carnaza no se perdona ni el mes de agosto para salir pitando con el atril a cuestas y rueda de prensa fiera ante unos periodistas que han sacado del agua de la playa.

Y al día siguiente la misma farsa, y al otro y al otro. Un no parar, como dice la expresión. En definitiva, un auténtico coñazo para la ciudadanía, un ruido estridente que, cómo no, esconde un objetivo ideológico: que cada vez pensemos que todo da igual, que todos somos iguales, que no tenemos remedio, -sobre todo los políticos-, que todo es relativo.

La respuesta ciudadana que se persigue es la desafección, un gran y rotundo, ¡paso de vuestra mierda!

Los delegados de la Junta tienen la obligación moral de acertar en esta contienda ideológica donde nos jugamos que la gente piense que los asuntos públicos les pertenecen y deben interesarles. Pero no sólo los delegados, también los diputados y diputadas, el partido en su conjunto, Paco Cuenca como candidato a alcalde, usted si siente afinidad ideológica, y usted, y yo, como cualquier otro ciudadano, como cualquier otra persona que quiere ser dueña de su vida y no ceder esa soberanía al PP, ya que éste nos dice: No se preocupe por la política, ya lo hago yo por usted.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Fascista



Antonio Vallejo es presidente del PP en la Zona Norte. Allí hace política. Ayer, en IDEAL, podía verse su foto: Antonio Vallejo muestra sus gafas de sol y defiende a Torres Hurtado en un pleno municipal a pleno pulmón. Demuestra así que es incondicional para el alcalde. No tiene miedo cuando un policía local mitiga su ademán aparentemente agresivo. Es, como digo, un hombre incondicional del alcalde y de Sebastián Pérez. La historia que se ha montado con Antonio Vallejo no es diferente a la de otras personas de la ciudad. En las fiestas de La Chana, un representante de una asociación de vecinos de la ciudad comentaba detrás de mí: “Zapatero no tiene cojones y aquí hace falta un par de güevos”. Responsable vecinal cuyo hijo trabaja ahora con alguien cercano a un concejal del PP.


Antonio Vallejo no es el problema, ni el mayor problema es que Torres Hurtado lo haya colocado para dirigir la Escuela de Flamenco de la Zona Norte. Antonio Vallejo es otra más de las personas afines al PP que Torres Hurtado ha colocado en el ayuntamiento. Tampoco es un problema que ante la denuncia que ha hecho el PSOE comparezca el concejal del PP, el señor García Montero ante los medios de comunicación para enturbiar. Llama fascista a la responsable del PSOE, Carmen G. Raya, porque, dice, lo que no le gusta a esta mujer es que Antonio Vallejo sea gitano y homosexual. ¿Le importa al señor García Montero que Carmen G. Raya no haya mencionado la condición sexual ni la etnia de Antonio Vallejo? No. No importa en absoluto. Ni que el PP se haya negado a todas las leyes que ampliaban derechos cívicos de las personas sin importar su credo, condición, etc. Un bledo. El señor García Montero se ha lanzado a la yugular de Carmen G. Raya para llevar el asunto a otro terreno, el de la bronca, y para ganar tiempo. Es decir, para evitar que Torres Hurtado tenga que mancharse las manos con un asunto menor, con una colocación de nada.


Pongo el enlace de la nota de prensa que el PSOE mandó a los medios de comunicación para que ustedes comprueben si en la misma aparece la palabra “gitano” y “homosexual”: El presidente del PP en la zona norte cobrará más de 40.000 euros por dirigir la escuela municipal de flamenco


Y ahora enlazo la noticia de la rueda de prensa del señor García Montero: "A García Raya le molesta Vallejo porque es gay, gitano o del PP"


Termino: Antonio Vallejo no es el problema, ni que el PP haya contratado a más gente que menos. Digo que no es el problema mayor. El problema es la actuación del PP en la Zona Norte. Lícita por otra parte. Desde mi punto de vista, al PP le interesa el voto de los vecinos y vecinas de ese barrio. Nada más. No le interesa que las condiciones de vida de muchas personas cambien, por eso la política de Torres Hurtado ha sido la de mantener lo existente. No plantear ni un nuevo reto para el barrio en 7 largos años.


miércoles, 1 de septiembre de 2010

Quo Vadis, estratega?


El otro día me enviaron por correo electrónico, las claves de una de las personas más destacadas, -el más cotizado-, en la dirección de campañas electorales. Su caché sólo puede estar al alcance de un gobierno que haga un uso fraudulento del dinero público. O bien, los miembros de ese gobierno son personas ricas y ambicionan el poder para ser más ricos todavía.

El caso es que esta persona se dedicaba al rumor. A la generación de rumores me refiero. Rumores malintencionados, obviamente. El candidato de la oposición es gay, su mujer se acostó con otro, etc. Ciertamente, este estilo parece concentrarse en el ámbito latinoamericano y norteamericano. No obstante, lo que sí parece exclusivo de esta parte del mundo es la generación de rumores que afean la biografía personal de la persona candidata. No estoy tan seguro de que no se generen rumores falsos sobre otros asuntos públicos en otros lugares del mundo. ¿Qué otras armas utiliza la derecha más radical en Europa?

Otra de las estrategias de este personaje estratega era la siguiente, y sólo referida a candidatos que se presentaran para la reelección (este hombre sólo trabajaba con gobiernos que querían renovar su mandato): Dale, ofrécele, otórgale sólo y exclusivamente a aquellas personas que te votaron en las elecciones pasadas. Obviamente, la red de influencia, de informadores, el grado de conocimiento del comportamiento electoral de la gente debía conocerse al detalle. No tanto si Fulano o Mengano me ha votado, si no el conocimiento de si en este o aquel colegio electoral, que cubre tantos edificios ubicados en esta y aquella calle, me ha sido favorable o desfavorable.

No había muchas más claves. La estrategia, pues, no era otra que gobernar sobre aquellas zonas del país que te votan. Al resto, obviarlas. Es un comportamiento cínico. Ni que decir tiene que este personaje ha trabajado siempre con personajes, con gobernantes de derechas, neoliberales, ultraconservadores.

Hoy he leído en prensa que el presidente de la Asociación de Vecinos de La Chana, ha declarado que los vecinos y vecinas de ese barrio de Granada se sienten vejados por el trato que el alcalde ofrece a este territorio de la ciudad.

No es para menos. Y no, no exagero. Los vecinos y vecinas, sus asociaciones, acuerdan con el propio gobierno municipal cuáles son las prioridades del distrito Chana en cuanto al arreglo de calles. Es un documento municipal porque se aprueba en un órgano municipal. El alcalde, en este caso, hace suyas esas peticiones. Ya no son reivindicaciones de La Chana, si no el compromiso del alcalde. Pero esas calles son del barrio de Las Angustias o los alrededores de la C/ Ledaña. Es decir, un territorio de La Chana donde la gente vota al PSOE de forma aplastante. Da igual que en este territorio sus habitantes padezcan todo tipo de malestares: saneamiento municipal deficiente, plagas de cucarachas y ratas, ausencia de limpieza en estas calles, asfalto en mal estado. Da igual que el espacio precise de una renovación generalizada. Da igual que esos vecinos y vecinas de Granada, necesiten el compromiso de su alcalde. Sin embargo, su alcalde, prefiere mirar hacia otro lado. Y me pregunto si no estará mirando del lado de aquellas partes de la ciudad en la que obtiene buenos resultados electorales. Que yo sepa, Torres Hurtado, es el alcalde de la ciudad, el que debe defender a los granadinos. ¿O sólo defiende a las personas que el votan? Quizá, sólo quiera el poder. Quo Vadis, Torres Hurtado.