domingo, 26 de febrero de 2012

Sobre la Azucarera y el AVE (II) y la sorpresa del Alcalde


Hasta el diario local IDEAL parece posicionarse a favor de mantener la estación del AVE en la actual ubicación en Avda. Andaluces. El artículo de Alejandro V. García en GRANADA HOY no tiene desperdicio (http://www.granadahoy.com/article/opinion/1187109/manager/la/azucarera.html#.Tz42WxSsywI.facebook) como tampoco la voz autorizada del arquitecto García de los Reyes, que colaboró en la redacción del POTAUG (http://granadablogs.com/gr-arquitectos/2012/02/21/la-estacion-del-ave-y-la-deconstruccion-metropolitana/). Sendos artículos dejan claro, por un lado, que una empresa decide la ubicación de la estación de una ciudad para lucro personal y, por el otro, la ruptura de consenso de las instituciones en asuntos clave como la movilidad metropolitana e incluso el propio diseño del futuro metropolitano.
Es decir, puede decirse, que el alcalde de Granada, el Sr. Torres Hurtado, ningunea el futuro de Granada y de los municipios del cinturón confundiendo liderazgo institucional con ordeno y mando.
Ahora, el propio alcalde, anuncia una sorpresa. No sabemos cuál es. Lo de la Azucarera se convirtió, parece ser, en un burdo rumor, en una estratagema para anunciar una buena nueva que la Ministra de Fomento, Ana Pastor, verá con buenos ojos.
Ya sabemos que la empresa propietaria de los terrenos de la Azucarera le pide al Ayuntamiento el pago de 21 millones de euros por no prosperar el convenio urbanístico que el que fuese concejal de urbanismo, Nino García Royo, -que pronto se sentará en el banquillo de los acusados por otro asunto urbanístico-, firmó con ellos en el mandato 2003-2007.
No sabemos cuál será la promesa del alcalde para que estén tan callados después de que éste cambiara de parecer de la noche a la mañana pues acogió el proyecto de la Azucarera con igual rapidez con que la ha desdeñado.
La protección del Valle del Darro, expediente que está incoando la Consejería de Cultura a través del Patronato Alhambra supone la protección de lo que acertadamente llama el Plan Director del munumento como Territorio Alhambra.
El viernes pasado, en sesión de Pleno, el PP aceptaba una moción del PSOE para que se iniciaran los trámites para solicitar a la UNESCO la declaración de Patrimonio Mundial de la Humanidad.
IU, en Pleno, se preguntó por los beneficios que tenía dicha declaración con esa manía de estar a mal con el PSOE constantemente.
Es fácil de adivinar. Cuanta mayor protección demos al Sacromonte, al Valle del Darro, al Territorio Alhambra, más difícil será la escabechina que supondría que la ciudad creciera hacia el este. Sería un atentado ecológico, patrimonial, paisajístico y cero valor añadido para una ciudad histórica. La conservación, para quien no quiera entender, para quien piense en términos especulativos, o inocentes, a esta ciudad le sale barata y le reporta pingües beneficios en forma de turismo y todo lo que esta industria conlleva.
Y por qué me voy al este si de lo que hablamos es del noroeste (La Chana, la Azucarera, Bobadilla...)
Porque el alcalde quiere sacar la estación del centro de la ciudad para utilizarla como excusa para el crecimiento de la ciudad por estas latitudes. Y lo quiere hacer rompiendo los acuerdos políticos existentes a cualquier precio. Piensa en un crecimiento especulativo inmediato. Ya.
Por su cabeza no pasa un crecimiento sostenible que cualifique nuestra ciudad. Por el camino perderá Granada porque dañará nuestra industria turística y comercial. Pero es que Torres Hurtado, -agroderechista-, sólo sabe pensar así.
Anunciará un nuevo maná que a este país y, por ende, a esta ciudad, sólo le ha traído desempleo y la caída de un sector económico como es el de la construcción, aunque resulte paradójico.

Por qué calla la empresa de la Azucarera.
En los actuales terrenos de la estación de RENFE, en los talleres de la Avda. Andalucía, ¿serán ellos los promotores y en la Azucarera se plantarán bloques de pisos como champiñones?
Hay terreno para el mencionado parque en la actual estación. Que es la promesa para colectivos sociales afines al PP que piden parques en función de lo que dicta Sebastián Pérez, presidente del PP y de la loable Diputación, -otrora miserable porque la gobernaban los malditos socialistas-.
No se olviden pues, de los terrenos que circundan el Centro de Transportes de Mercancías, los miles de metros de Área de Reserva de Bobadilla.
¿La construcción sobre plano ha vuelto? ¿Y el crédito de los bancos para construir y para los futuros compradores de pisos?
Desde luego, los chaneros que hubiesen pensado que la estación del AVE iba a representar beneficios para el barrio, van dados.
Y por último. Del debate para acercar granadinos a la Alhambra, de que no entren por los túneles del Serrallo, humo. No volveremos a hablar de ellos mientras exista el asunto ESTACIÓN DEL AVE.
Sacar la estación de la ciudad es facilitar el transporte de viajeros por autovía. Y esos turistas llegarán desde Málaga volando, como quien dice, se subirán en un bus y entrarán por dichos túneles.
Tal vez se beneficie una empresa de autobuses. Los hoteles, la hostelería de Granada, el comercio de cercanía del centro ciudad, cero.
Y yo que cada vez que miro a Torres Hurtado me recuerda más al pocero de Seseña.

lunes, 20 de febrero de 2012

Sobre la Azucarera y el AVE (I)


A ver si consigo ser breve, ordenado, espequemático:
A mitad de los años 80, un poco antes, Ávila Rojas compra la azucarera de Bobadilla (Chana) por algo más de 100 millones de pesetas.
Durante años, y ya con el PGOU del año 85 aprobado, intenta el promotor desarrollar proyectos en este espacio. Ninguno residencial porque se trata de un suelo industrial.
En el año 2001 se aprueba un nuevo PGOU en el Ayuntamiento gobernado por el PSOE, IU y PA. Se redacta un Plan Especial con el objetivo de poner en valor la azucarera, a través de un proyecto cultural y comercial. Ayuntamiento y Ávila Rojas firman un convenio urbanístico, pero el socio inversor se echa atrás en el último momento porque los estudios de movilidad no garantizan la viabilidad de la intervención. Además, acaba de abrirse Kinépolis, y los estudios de viabilidad económica no son tampoco favorables por falta de mercado para tanto centro comercial.
En el asunto de la movilidad, destaca como inconveniente la vía del tren y una acequia descubierta que transcurre por Bobadilla. Problemas de movilidad es la razón que adujo el alcalde para no poner el ferial en esta zona. "Allí no coge tanto coche".
Corre el año 2003-2004, y ya con el Gobierno del PP en el Ayuntamiento, se sabe que este proyecto no prosperará.
Llega también el caso Malaya, todo el asunto de Marbella en el que Ávila Rojas se ve envuelto.
Vende estos terrenos a una empresa por 21 millones de euros. En algo más de 20 años, un mismo terreno multiplica exponencialmente su valor. ¡Qué país tan rico somos!
Según me cuentan, el comprador vuelve a vender los terrenos de la Azucarera por 31 millones de euros, no sé si a las pocas semanas o a los pocos meses. ¡Qué bancos tan generosos, tan precavidos!, ¡qué notarios tan al cuidado de no contribuir con la burbuja inmobiliaria!
Se plantea un nuevo Plan Especial para solventar el anterior convenio urbanístico no resuelto. Problemas, líos con el entonces concejal de urbanismo, Nino García Royo (el mismo que pronto se sentará en el banquillo de los acusados por un presunto delito urbanístico). El concejal se cabrea y se plantea expropiar los terrenos con un agente urbanizador.
Todo el mundo se enfada y nada se soluciona.
Llega la crisis, se acaba la alegría del crédito fácil. Imagino que los bancos, ahora, querrán recuperar el dinero de la hipoteca ante la nada que allí existe. Nada, nada, es un decir, existe lo que existió siempre, una antigua fábrica, con un valor patrimonial determinado pero corren malos tiempos para la conservación del patrimonio por la situación de crisis. Así que paso este asunto por alto. Que cada cual juzgue si la conservación es capaz de generar dinero o no, si lo mejor no es plantear soluciones residenciales que nos han metido de lleno en la crisis de forma aguda en nuestro país. ¡Más madera para una máquina de vapor enferma!
Digo que, tal vez, agobiados por la hipoteca, los promotores por arte de birlibirloque proponen que sobre un terreno de su propiedad se instale la estación del AVE. El alcalde del PP, de la noche a la mañana, ve este asunto con buenos ojos y, encima, es más barato porque no habrá que soterrar el tren a su paso por La Chana. Mejor imposible.
Está claro que un ayuntamiento hace obras, proyectos, vendiendo suelo público. Ni con crisis, ni sin crisis, un ayuntamiento tiene ingresos propios para afrontar determinadas obras públicas. Los promotores son fundamentales, tienen que contribuir en la construcción de la ciudad. Asumen riesgos de capital, compran, construyen y venden, con cargo a crédito normalmente, y es justo que obtengan beneficios. Pero salvo excepciones y en general, los promotores de este país han comprado, construido y vendido con una voracidad y ambición fuera de todo sentido común, ayudados en gran medida por los bancos.
En el caso de la Azucarera, me pregunto, si la ciudad de Granada con el alcalde a la cabeza, no querrá salvar a esta empresa privada dueña de los terrenos de esa voracidad y ambición ahora que los bancos no son tan amigos de prestar dinero tan alegremente.
Insisto, los promotores son necesarios, aquí en Granada y en cualquier ciudad de nuestro país, pero estaría bien que los granadinos y granadinas no tengamos que pagar sus malos negocios porque los que nos hipotecaríamos entonces seríamos todos.
Ya seguiré con la segunda parte.