miércoles, 19 de diciembre de 2012

Una guerra sin muertos


No por menos intuido debemos dejar de analizar lo que está pasando. De forma subjetiva e ideológica. ¿Por qué no? Así lo hace la prensa, de forma subjetiva e ideológica, eso sí, bajo la lógica del PP.
Leo en EL PAIS que el gobierno pone en venta Portugal. De eso se trata. De abrir negocio a aquellos que nos metieron en este lío. El capitalismo no muere, por ahora. Sobrevivirá con negocios creados con los impuestos por los ciudadanos, vendidos a saldo, dejando tras de sí una miríada de personas desempleadas, agonizantes, muertas de miseria en vida.



No creo que haya leído mejor definición de la crisis que la que realizó la madre de un amigo en el muro de mi perfil del facebook a colación del enlace a una noticia, ya no recuerdo cuál, que mencionaba uno de esos daños colaterales ante tanta reforma. Nótese que daño colateral y reforma son eufemismos, derivas del lenguaje, trampas para no nombrar lo que es evidente: una injusticia, una canallada, una mierda, todo a la vez. Pues bien, esta mujer, sin apenas formación escolar, con sólo el bagaje de una vida, de una experiencia, la suya, me escribió: Migue, esto es una guerra sin muertos.
Creo que esta frase muestra la crudeza de una crisis sistémica donde unos parecía que iban a morir, a aprender, pero no. Un erial. Han ganado, compran países, condenan a la gente y, todo, sin un solo tiro, sin una granada, sin misiles de largo alcance, sin carros de combate. Será que los señores de la guerra debieron aprender hace tiempo de los señores del capital y nos habríamos ahorrado la miseria de la guerra y los muertos. Claro que estos señores del capital dejan muertos en vida, que es una condena mayor.

Así que en estos días navideños, de compras imposibles, quiero brindar por la Verdad, la de una mujer experimentada que ha definido claramente lo que es la crisis, sin eufemismos: Ya saben, reformas, ajustes, recortes… Reformas, ajustes, recortes por nuestra culpa, por despilfarradores cuando sólo éramos unos muertos de hambre, clase trabajadora y no aparente clase media.