Llega la última entrada de diciembre en este blog que está próximo a cumplir un año. Un año cargado de avatares y de zapatillas gastadas. Un año donde el PSOE ha estado en la calle, realizando un trabajo sordo para la opinión pública general, si es que la opinión pública general la constituyen los medios de comunicación de masas. Sin embargo, son muchos los problemas de los ciudadanos a los que hemos dado toda la voz que hemos podido. Ahí está el trabajo del grupo municipal. Un trabajo quizá no muy lustroso públicamente, pero cargado de horas y horas de visitas, de reuniones, de llamadas de teléfono, de paseos por los barrios, acompañados por los miembros de la ejecutiva municipal y de numerosos militantes.
Un año en el que nos hemos convertido de nuevo en red después de que nuestros nodos estuviesen desconectados desde hacía tiempo. Habíamos dejado de ser intermediarios y, de nuevo, nos hemos convertido en una red visible, en una red útil, en una red que, poco a poco, está tomando la iniciativa.
Es cierto, que la crítica no basta para presentarse como alternativa, pero era un trabajo en red necesario para poner al día las agendas de teléfonos, los correos electrónicos. Nuestra página web en la ciudad tiene miles de visitas al mes y está cargada de información, de artículos de opinión y de una red de blogs cada vez más numerosa. Pero sobre todo, era necesario este trabajo para ponerle rostro humano al PSOE.
Ahora, como digo, es el momento para tomar la iniciativa, de pensar en positivo, de construir con la ciudadanía una alternativa al PP. Su modelo es el modelo del cascarrabias, el modelo sin iniciativas para los ciudadanos. El modelo, en definitiva, basado en el poder y en el clientelismo tan conocido por la derecha española.
Por eso, queremos llevar adelante otro modelo, pero construido con los vecinos y vecinas. Un modelo cuyos principios básicos tengan que ver con un humanismo radical, casi teológico si se me permite. Un modelo cargado de vida y de realismo, cómo no, también de realismo. No nos vale el sistema capitalista desde el prisma neoliberal. Son las medidas de estos conservadores, desde Reagan hasta Thatcher, cuyo último exponente fue Aznar, los que nos han llevado a esta situación. De ahí, la necesidad de tomar la iniciativa, de sentarnos a charlar para no dejar de caminar por la ciudad soñando que podemos cambiar la realidad del desempleo, del crecimiento urbanístico desaforado, de la desigualdad entre los territorios de la ciudad habitados por hombres y mujeres, por personas con discapacidad o provenientes de otros países, por personas mayores y por infantes. Propondremos acciones culturales que impidan vernos como una ciudad víctima y castigada. Es un sentimiento lícito, pero no cuando miramos atrás y comprobamos que hemos construido entre todos el Parque Tecnológico de