¿Cómo algo legal, ajustado a la normativa vigente, puede no ser viable? Quizá esto sea difícil de explicar. Pero voy a intentarlo si me lo permiten. El alcalde, Torres Hurtado, apuesta en el PGOU por la expansión, es decir, por construir más viviendas. Los suelos urbanizables, según la ley, permiten unos máximos, y el PP ha ido al máximo de edificabilidad y al mínimo en lo que a VPO se refiere. Este es sólo uno de los ejemplos, como ir al mínimo en lo que a espacios verdes se refiere. Cumple la ley, pero dicho cumplimiento no es para el PSOE ni razonable ni viable dada la situación socioeconómica.
Mucha gente no ha entendido la postura del PSOE de la ciudad. Nos abstuvimos en la aprobación inicial del plan, es cierto, pero con el fin de buscar consenso, de propiciar el diálogo en torno al documento que, repito, definirá el futuro de la ciudad de Granada en los próximos años. Esto se interpretó en su momento, -en algunos sectores-, como buenismo por parte del PSOE, como un sí pero no, pero es fundamental que, pese a la mayoría absoluta del PP, estos temas centrales para Granada se aprueben por consenso. Se olvida el PP que pese a su victoria contundente, el PSOE de la ciudad, su grupo municipal, representa a un buen número de ciudadanos y está comprometido con los intereses de la ciudad. Pero el alcalde entiende que él debe entenderse, valga la redundancia, con “los de Sevilla”, faltando el respeto a todos los vecinos y vecinas que no les votaron. Por eso no se ha sentado a hablar de este tema ni con el PSOE ni con IU. Y de paso, si los de Sevilla “se hubiesen portado mal”, pues arrear de lo lindo con su Granada agraviada; ya sabe usted.
De diálogo nada, y la Junta de Andalucía podrá dar su visto bueno porque el PGOU se ajusta a la legalidad vigente, pero eso no quiere decir que el PSOE vote que sí en las condiciones actuales. Es cierto que trasladar a la ciudadanía estos temas es harto complicado. Quién entiende de aprovechamiento, de edificabilidad, de zonas de expansión o de planes parciales. Claro que si pensamos en parques, en centros de salud, en colegios, en parques tecnológicos (como el denostado otrora de Ciencias de la Salud, que ha generado a día de hoy más de 700 empleos), en polideportivos, en viviendas de protección oficial, en tráfico, en ruido, etc., el ciudadano lego resulta que tiene opinión y criterio.
Si les decimos a los granadinos y granadinas que el PP se propone construir una presa con la excusa de evitar inundaciones, -por supuesto, ellos tan paternalistas para con nosotros, incluso aunque el alcalde viva en Ogíjares-, en el río Darro, pues igual empiezan a entendernos. Si les decimos que no podemos construir más viviendas para que el PP haga caja para tapar sus agujeros económicos, y que la apuesta es por la rehabilitación como forma de ayudar incluso al sector de la construcción de forma sostenible, y que el valor añadido se obtiene a través del conocimiento y la innovación, pues quizá los vecinos nos entiendan. Si les decimos que nada de plan de movilidad, pues de seguro que presentan propuestas y enriquecen el documento. Si, por el camino, nos dicen que construir, aquí ha construido hasta dios, pues entonces, nosotros, las mujeres y los hombres que militan en el PSOE podremos explicarles que nos equivocamos, que acertamos también, pero que ha llegado el momento de que aquí nadie se quede sin participar en temas que son trascendentales para el empleo, para el tráfico, para el medioambiente y para el buen vivir.
Mucha gente no ha entendido la postura del PSOE de la ciudad. Nos abstuvimos en la aprobación inicial del plan, es cierto, pero con el fin de buscar consenso, de propiciar el diálogo en torno al documento que, repito, definirá el futuro de la ciudad de Granada en los próximos años. Esto se interpretó en su momento, -en algunos sectores-, como buenismo por parte del PSOE, como un sí pero no, pero es fundamental que, pese a la mayoría absoluta del PP, estos temas centrales para Granada se aprueben por consenso. Se olvida el PP que pese a su victoria contundente, el PSOE de la ciudad, su grupo municipal, representa a un buen número de ciudadanos y está comprometido con los intereses de la ciudad. Pero el alcalde entiende que él debe entenderse, valga la redundancia, con “los de Sevilla”, faltando el respeto a todos los vecinos y vecinas que no les votaron. Por eso no se ha sentado a hablar de este tema ni con el PSOE ni con IU. Y de paso, si los de Sevilla “se hubiesen portado mal”, pues arrear de lo lindo con su Granada agraviada; ya sabe usted.
De diálogo nada, y la Junta de Andalucía podrá dar su visto bueno porque el PGOU se ajusta a la legalidad vigente, pero eso no quiere decir que el PSOE vote que sí en las condiciones actuales. Es cierto que trasladar a la ciudadanía estos temas es harto complicado. Quién entiende de aprovechamiento, de edificabilidad, de zonas de expansión o de planes parciales. Claro que si pensamos en parques, en centros de salud, en colegios, en parques tecnológicos (como el denostado otrora de Ciencias de la Salud, que ha generado a día de hoy más de 700 empleos), en polideportivos, en viviendas de protección oficial, en tráfico, en ruido, etc., el ciudadano lego resulta que tiene opinión y criterio.
Si les decimos a los granadinos y granadinas que el PP se propone construir una presa con la excusa de evitar inundaciones, -por supuesto, ellos tan paternalistas para con nosotros, incluso aunque el alcalde viva en Ogíjares-, en el río Darro, pues igual empiezan a entendernos. Si les decimos que no podemos construir más viviendas para que el PP haga caja para tapar sus agujeros económicos, y que la apuesta es por la rehabilitación como forma de ayudar incluso al sector de la construcción de forma sostenible, y que el valor añadido se obtiene a través del conocimiento y la innovación, pues quizá los vecinos nos entiendan. Si les decimos que nada de plan de movilidad, pues de seguro que presentan propuestas y enriquecen el documento. Si, por el camino, nos dicen que construir, aquí ha construido hasta dios, pues entonces, nosotros, las mujeres y los hombres que militan en el PSOE podremos explicarles que nos equivocamos, que acertamos también, pero que ha llegado el momento de que aquí nadie se quede sin participar en temas que son trascendentales para el empleo, para el tráfico, para el medioambiente y para el buen vivir.
3 comentarios:
Yo no lo hubiera explicado mejor. Eso es pedagogía política, lo siguiente a dar charlas por el barrio para explicarselo a nuestros vecinos. Un abrazo.
Gracias compañero. Las charlas mejor en compañía, como la tuya y la de otros tantos. Salud
Desde que sois los mejores amigos no hay quién os soporte. Uff! Cuánto amor!
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