Pensaba que la derecha no sabía divertirse. Luego, cuando me hice hombre, comprendí que la derecha se divierte cuando es capaz de copiar, sin pudor alguno, la forma en que el pueblo siempre ha jugado su festividad, pero la derecha lo hace en grupo y de forma privada. Más tarde, cuando descubrí que había dejado de ser hombre y devine en objeto, supe que la derecha, en general, se divierte a fuerza de mantener su estatus. En Granada, esta apuesta ha derivado en aburrimiento. Así, cada vez que veo al alcalde y a sus concejales, me digo que estos señores y señoras del gobierno de la ciudad se aburren como se aburre un niño en una sala de visitas del hospital cuando no es él quien está enfermo. Pero al contrario que al niño, que podemos verlo arrastrarse por el suelo, conversar con cualquiera, gritar para probar su voz en el silencio o arrojarse sobre las rodillas de sus padres desesperado por la espera, los señores de este gobierno municipal reciben el micrófono de cualquier medio y sueltan su consigna desganados. Sí, es verdad que en ocasiones alguien le saca los colores, normalmente la oposición, y al día siguiente sueltan dardos. Dardos porque cuanto más vacía es la argumentación, más duros son los ataques ad hominem, es decir, que van contra alguien, bien ZP, bien Griñán, bien los malos de Sevilla. Pero, en el fondo no les importa porque ellos son los amos. Antes era un juego macabro y consciente. Ahora es una coletilla macabra y consistente. Es el efecto somnoliento de la mayoría absoluta. Una mayoría absoluta que parece inmutable. “Puede que perdamos algunos votos, alcalde, pero esto está chupao”. Mientras, el alcalde bosteza y con trabajoso esfuerzo mueve la cabeza y da la razón al presidente del partido. Sólo al cabo de unos eternos segundos, dice, “Hombre, yo creo, -y en ese momento se le escapa otro bostezo gigante-, que no hay que fiarse de las apariencias”. Pero la frase no deja de ser una frase hecha para salir del paso. Qué aburrimiento. Y por eso, la ciudad, esta ciudad sin alicientes en la que vivimos, discurre sin tono alguno. A la derecha le va bien en el poder para tener a los suyos colocados, para beneficiar a unos pocos, pero tras el primer mandato han perdido el poco brío que tenían. Es como si esta derecha pensase que siempre gobernó en esta ciudad. Así, a fuerza de aburrimiento, de esta atonía tan ruidosa, pero tan narcótica, los ciudadanos van a sus quehaceres con un andar plomizo. A uno, ante esa estampa callejera, le da por solidarizarse y, acomodado en el asiento del autobús con la cabeza echada en el cristal, cansado, pienso que un poco de lluvia de jalea real nos vendría de muerte.
Qué aburrimiento parecer una ciudad de provincias de los años 50 con las calles atascadas de coches modernos. Nada por aquí, nada por allá. Nada. Aquí no pasa nada. La Universidad matricula, los propietarios reciben a los estudiantes, pero volveremos a hablar de botellón. La Caja cuenta morosos, ingresa los pocos ahorros de estos tiempos, ofrece algún crédito, pero hablaremos de fusiones y el enojo provinciano acabará en un bostezo lejano pero lleno de ruido al principio.
Bosteza usted, bostezo yo, bosteza la pantalla del ordenador y a usted le bostezará la paciencia. Si al menos protestara la paciencia. Granada es una ciudad que padece narcolexia, ¡pobre! En el coche de vuelta a casa suena un poco de rock´n´roll. Bien, pero quién se mueve ante esta pereza colectiva, en mitad de este sopor citadino.
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4 comentarios:
Sinceramente no sé que diablos aporta este post. Puede que esté muy bien, hasta bien escrito y todo (lo cual se agradece en comparación con otros blogs que se enlazan en la pagina del Psoe), pero en el fondo no dice nada. Sí,un ataque gratuito a la derecha, que ahora ni sabe divertirse (lo cual puede que sea hasta cierto) pero... ¿y qué? quiero decir que no aporta nada, no ofrece ninguna alternativa, no pone ningún ejemplo o caso concreto y sobre todo no sabemos qué ofrece el Psoe en este ámbito. En resumen, castillos en el aire y crítica sin fundamento a la perversa derecha que ni divertirse sabe.
Hola Miguel. Me identifico contigo en cuanto a la apatía que demuestra la derecha hacia los temas transcendentes de la ciudad y el estado de narcolexia en el que han sumido a la ciudadanía. Tal vez sea el momento de aplicar un poco de rock y agitar cabezas y conciencias, sigue haciéndolo desde tu Blog. por cierto, tu comentario en el Blog de la ciudad comprometida me ha parecido acertado y que abre un debate sobre el papel del ciudadano de a pie y la consideración del mismo en la planificación urbanística. Sandra Álvarez
Gracias, Sandra, gracias, Federico. Podemos compartir desde la disparidad de pareceres. Si no, no tendría mucho sentido tener un blog como el que intento mantener.
En cuanto al blog de la ciudad comprometida, decirte, Sandra, que me parece interesante que haya un espacio para reflexionar sobre el urbanismo, y no deja de ser curioso que esta materia sea exclusiva de determinadas disciplinas. En la ugr el máster va dirigido a arquitectos y profesionales de medio ambiente, pero no tienen cabida ni sociólogos, geógrafos, antropólogos. Por eso es buena la labor de difusión que ese blog puede aportarnos. Desde aquí invito a seguirlo. Se puede acceder al mismo a través de http://www.ideal.es/granada/ Un saludo.
Lo que planteas es cierto Miguel. El urbanismo siempre ha sido unn espacio muy acontado por arquitectos. Tal vez esta peculiariedad haya propiciado que se estuviese desarrollando un urbanismo "deshumanizado". Ya va siendo hora de que las disciplinas y ciencias sociales tengan algo que decir, tal vez así consigamos una ciudad amable, humanizada y viva.Trabajemos en ello. Sandra
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