¡Otro paseo!

Un buen amigo mío me repite esta frase cuando me pongo pesado. Y al leer un día sí y otro también la cantinela del alcalde de Granada, no puedo más que acordarme de mi amigo: ¡Otro paseo, alcalde!Que si la Junta, que si la Junta, que si la Junta.

Ayer, durante la visita de barrio que hizo el grupo municipal del PSOE, un vecino hizo declaraciones que todos deberíamos saber, pero que parece que ignoramos. No podría repetir las palabras exactas, pero venía a decir el hombre que si el alcalde amara tanto a Granada, no compraría fuera de esta ínsula (la maldad es personal) pues los bancos donde se sientan los mayores, las marquesinas del autobús y todo el mobiliario urbano que decora nuestra ciudad.

Tanto granadinismo esparcido por los suelos ante la muestra de algo evidente: no somos una ínsula, no somos autosuficientes, necesitamos establecer relaciones con los demás para que nuestra ciudad viva. Ni más ni menos.

Otro vecino decía el otro día que el alcalde y el PP dirigen sus mensajes hacia las emociones. Y ya se sabe, la emoción no es la razón: la Alhambra se la llevan de Granada, Caja Granada tiene que separarse de Andalucía. O también declaraciones como las que hoy, día 7 de julio, y que he escuchado en la radio, cómo no, del alcalde: finalizan las obras del Auditorio Manuel de Falla y el ayuntamiento en soledad las ha financiado. Otro buen amigo, me dice que tengo una actitud militante. Puede ser, pero las obras las ha financiado el ayuntamiento con el dinero del resto de españoles y del resto de andaluces. Es decir, como suele suceder, y que nadie se sorprenda, también en nuestra ciudad casi todos los equipamientos, infraestructuras, etc., se financian con el dinero los impuestos públicos de todos, de usted que vive en Cabo de Gata, de usted que vive en Finisterre.

También le oía a Chema Rueda, -secretario general del PSOE de Granada, para los pocos que no lo sepan todavía-, el otro día decir que la toma de posición que ocurre en otras ciudades por parte de los partidos políticos, aquí es imposible. Algo así como que soportamos mal las discrepancias. Aquí una toma de posición ajena al cinismo local, es vista como una traición a nuestra eterna ciudad. Por eso hay que correr más que el contrario para apropiarnos y enarbolar la defensa de lo que entendemos que es castizo, autóctono. Apropiación simbólica que no deja de ser un hecho cáustico para los intereses generales. Pero qué leches, aquí lo que vale son los intereses particulares.

Hay gente que también opina, incluso en foros periodísticos, que lo que tiene que hacer la militancia del PSOE de la ciudad es darle una buena patada en los cataplines a los responsables de la Junta. Y así, a fuerza de patadas a la Junta y al alcalde, saldremos del subdesarrollo material, ya que, en el plano espiritual y moral andamos sobrados, tal y como puede comprobarse en dichos foros.

En fin, que la cosa está, como se dice, igual que siempre. El alcalde con su defensa numantina pese a la nada, y el PSOE de la ciudad dispuesto para la batalla limpia, para el debate cívico, para las buenas formas, para el compromiso con la ciudad.

Quiera Villa, o Torres, que al leer esta entrada nos encontremos en la final. Gracias a este equipo, la bandera de España es de todos y todas. Igual podría pasar con el Granada C.F., si no fuera porque el alcalde sigue pensando que él lo subió a 2ª. Un poco grueso y bajo de forma, y ya sin edad lo veo yo. Si se pareciera a Donato, pues todavía. Pero con tanto paseo, pues impide que la ciudad en su conjunto sienta el equipo como propio. ¡Viva España!