7 de mayo. García Montero, concejal de cultura en el ayuntamiento de Granada gobernado por el PP, junto a un parlamentario andaluz también del PP, se fue al Maristán, en el Albaicín. Cargaban un atril en cuyo frente se leía un eslogan partidista. Convocaron a los periodistas y comenzaron a largar el mensaje de siempre, es decir, ecos de tedio: La Junta castiga a Granada. La Consejería de Cultura se nos tira al cuello pero incumple sus compromisos con la ciudad. ¿El motivo? Granada es el PP y, por eso, la Junta nos maltrata, no sólo al PP, sino a todos los granadinos. Soltó, García Montero, lindezas vehementes del tipo: ¡Ya está bien! ¡Qué no nos hagan más daño! Como digo, ecos, un eco cada vez más tedioso.
En mi humilde opinión, cuando uno quiere cuidar el Patrimonio del Albaicín, como es el antiguo hospital árabe del Maristán, lo normal es pedir una cita en la Consejería de Cultura. Dialogar, ver qué debe poner cada parte, llegar a un acuerdo. No creo que una ciudad como Granada, destino puntero como capital cultural patrimonial, tenga que confrontar en un asunto clave para nuestra economía.
Pero el PP prefiere el mamporro. Un mamporro revestido de victimismo. Un mamporro que busca confrontar. Y es normal que así lo haga: La confrontación le ha dado muchos votos al PP. Pero hay que decirlo claro, porque Nuevos Aires es honestidad: El alcalde ha confrontado, ha retrasado conscientemente proyectos como el Plan Especial del Albaicín, que es la normativa que diseña el futuro de este barrio. La Junta de Andalucía tiene que darle el visto bueno, pero el PP presenta el Plan incompleto. De ese modo tiene el alcalde la excusa para decir: ¡Ven, señores, la Junta nos maltrata!
Este juego le ha dado votos, pero este juego no beneficia a Granada, ni al turismo ni, por supuesto, a quienes viven en el Albaicín.
En mi humilde opinión también creo que el Delegado de Cultura de la Junta, en lugar de responder de forma vehemente a estos ataques, debería tener sosiego. El PP, con este espectáculo del día 7 de mayo, busca alimentar la bronca. Pero la bronca le va bien al PP. Y el PSOE apuesta por otra forma de hacer política: la transparencia, la actitud responsable, el diálogo. Y todo ello, para ganar confianza. Estos son los nuevos aires que Granada necesita.
Dice el PP, que ellos son los únicos que han invertido dinero en el Albaicín. Sencillamente, no es verdad. Ahora podría utilizar datos, inversiones para demostrarlo. Es un ejercicio, tal vez, aburrido para quien lea este blog. Ofrecer estos datos para desmontar el argumento del PP es tan tedioso como el discurso victimista del alcalde de Granada. Ellos, los otros, los demás. Habla de Granada como si aquí no habitase la ciudadanía, como si sólo existiera el PP mientras que el PSOE se dedica al asedio sobre una ciudad fantasma. Ayer, 9 de mayo, en IDEAL, dio buena fe de ello el alcalde en una larga entrevista que le hicieron. El resultado: tedio, un tedio sostenido, un tedio cada vez menos creíble.
Salud
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