martes, 23 de junio de 2009

Después de la asamblea ciudadana


Miguel Ángel Madrid

Hoy tomaba café con una buena amiga, quizá la mejor que tengo. Es de esas amigas que te guían y te cuidan a base de mostrar escenarios vitales posibles sin dejar de soñar. Me comentaba que lo peor del silencio ciudadano en Italia, en España y en otros lugares en las pasadas elecciones europeas, no era un silencio que significara pasotismo o desdén, sino que se trató de un silencio más cercano a la impotencia ante la imposibilidad de mejorar la situación de un mundo que, pese a la crisis, parece que no quiere aprender y que sigue dominado por la voluntad de unos pocos donde otros pocos, que dicen defender a las mayorías, le siguen haciendo el juego a los pocos dominantes. No es raro escuchar las embestidas que recibe Zapatero para desregularizar el despido, como si todos los males de la crisis radicaran en esa solución, como si la especulación, la acumulación sin límite, las ansias de poder y dominación no hubiesen sido las estrategias y los fines perseguidos.

En las estructuras, como la de la iglesia católica, quién si no los que forman parte de esa entente desean ser fieles después de la postura ante cuestiones como el aborto, el uso del preservativo o la castidad. Quién si no los que forman parte de ella pueden soportar mantener las anteojeras ante los casos de pederastia, o las alianzas con las dictaduras en España, Chile, Argentina...

Son cosas tan generales pero a la vez tan evidentes que aterrizar en lo local con argumentos de este tipo puede sonar a un ejercicio a base de tirones con tal de arrimar el ascua a mi sartén. Sin embargo, el camino que inició el PSOE en la ciudad de Granada el pasado día 20 en el Zaidín con la asamblea ciudadana, ha supuesto que una estructura, como es también el PSOE, comience a permeabilizarse en el sentido de permitir la entrada de aire fresco. Sólo puede conseguirse la afectación de la ciudadanía si la misma siente que en el espacio donde participa puede aportar cuestiones que mejoren la relación con los demás. No hay más secreto que la participación ciudadana. Una participación que el PSOE debe saber que tiene diferentes tonos. En esta ocasión, el tono ha sido la búsqueda de un espacio donde los vecinos nos dijeran en qué situación se encontraba el barrio donde viven, lo que le falta, junto con los deseos acerca de cómo relacionarse con el territorio y con el resto de vecinos. Al mismo tiempo, los vecinos le dijeron al PSOE que no son lícitas todas las formas de ejercer la política, sino que hay que tener presencia, apostar por la transparencia, el diálogo frente a la confrontación, el ejercicio de un liderazgo cercano capaz de compartir sintonías, es decir, un liderazgo que impulse los anhelos de las personas más allá de los personalismos.

Ahora le toca al PSOE poner en práctica todas las sugerencias, demandas, alternativas, al tiempo que se corrigen las críticas. Y, al mismo tiempo, desde mi punto de vista, la política es también y sobre todo creatividad, por eso hay que seguir buscando escenarios, encuentros ciudadanos que faciliten la comunicación con la gente. Entre las aportaciones, los vecinos nos han dicho que mantengamos estas reuniones de forma periódica en los diferentes distritos, y habrá que buscar medios, fórmulas para que, cada vez, una mayor número de gente comparta esta forma de trabajo. Sorprende que en estos tiempos de nuevas tecnologías de la información, los vecinos sugirieran que se les convocara e informara mediante octavillas que se depositaran en su buzón, o mediante un boletín o a través de responsables en el territorio. Es decir, la gente quiere que se le toque a su puerta cuando los temas les afectan tan de cerca.

Otra cosa maravillosa era el deseo de los vecinos de todos los distritos de Granada de que el PSOE defendiera lo público frente a lo privado como forma de mantener las señas de identidad, que se resumen en el interés colectivo por encima del individual, la comunidad, el nosotros por encima del yo. A mí, qué quieren que les diga, me suena a poesía.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Qué interesante, alguien que aún asocia la política con la defensa de lo público; la comunicación con la capacidad de construir significado compartido y las redes sociales con algo más que una plataforma en la Internet. Parece que al final existe un Psoe en Granada que practica acciones más allá de lo políticamente correcto y va más allá de la pragmática electoral. Esta es una fórmula ganadora.