Es lo que tiene mi blog, (y perdón por la digresión), que aborda temas locales, como muestra de un ser provinciano que vive en una capital de provincia. Capital que se mira el ombligo y adora fantasear que otros nos quieren convertir en el culo del mundo al mismo tiempo que creemos que somos la ciudad más bella del universo. Es nuestra imagen más estereotipada, generadora de un identidad cítrica, que no crítica. “Con lo listo que soy; si me dejaran a mí; um, eh, qué, vamos hombre. Yo, el Supremo”. Dicen que es la historia; la ciudad funcionarial que forz(j)aron los Reyes Católicos. Así, una capital bella con funcionarios de clase media en cuya cúspide está el médico-catedrático y que se caracteriza por la envidia y la crítica a hurtadillas: “Tú tienes enchufe”. Es una denuncia ética, of course. También hay intelectuales de la historia local, de la cultura local, de la romana, católica y apostólica, pop y posmoderna, defensores del franquismo y rancios, muchos rancios. Rancios con trenca y zapato castellano que se codean desde el gobierno municipal con la progresía reconocida, respetada, amada, poética, artística: Es el hermano de, el cuñado de, el gitano primo mítico de.
Cítricos prohombres (siempre son hombres), que manejan la prensa para engalanar al alcalde. Un alcalde ufano por ser dueño y señor de esta tierra. Un alcalde populista (de mirada mezquina y soberbia) que no ha aportado ningún proyecto de futuro para esta ciudad. Todo lo que es presente, y será futuro, son proyectos impulsados por gobiernos socialistas. Pero hete aquí que ZP resiste como puede los envites del capital y mantiene los derechos de los trabajadores -los que quedan después de tanta derrota en esta guerra por la dominación totalitaria-, lo cual genera deuda pública (pecado). Mientras, el alcalde nos endeuda pero no para mantener nuestros derechos, sino para pagar sus proyectos, que son los de cuatro constructores y promotores locales (también prohombres): http://www.granadahoy.com/article/granada/639693/ayuntamiento/paga/euros/diarios/intereses/los/bancos.html
Así que ya lo sabe usted, puede ser un varón cítrico en esta ciudad (de mierda añadiría el cítrico progre por excelencia). Da igual las mujeres y hombres que laboran, que crecen y que nos hacen mejores como sociedad (¡bah!, menuda minucia inmunda; aquí lo que vale es el prohombre local). Coño, el caso es que tanta estulticia masculina localista me pone...Ahhhhhhhhhh-ummmmmm
2 comentarios:
Muy cierto lo que expresas, en esta ciudad tenemos 459 potenciales alcaldes, desde el sillon de su casita, comodicos y opinando desde la comodidad intelectual cada dia mas cutre y casposa.Pero eso no vale, aquí hay que currar en el barro y en ese caso, amigo Miguel, faltan voluntarios. El barro es para otr@s, los problemas que los resuelvan otr@s, que yo me quedo en el mirador de mi ventana criticandolo todo, que me resulta mas comodo. Pues un litro de cítrico para ellos, que el resto seguimos currando sin prisa, pero sin pausa- Como se hacen las cosas,
Gracias, Chema, por el comentario. Estoy de acuerdo contigo. Cada día es más cómodo criticar y no mojarse. Vivir adormecido aunque expresando improperios como única forma de valentía. Valentía es lo que pido, pero como dices, la valentía se hace embarrándose. Salud
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