Gracias por juzgarme. Gracias por luchar para ganar exclusivamente, así puedo despreciarte cómodamente. Gracias por el intento para que cualquier atisbo de romanticismo, sencillamente, no nazca, aborte. Gracias al periodismo que no existe. Gracias al periodismo que sólo recoge lo que expreso en base a una objetividad que no existe. Gracias al periodismo cómplice que nos hace a todos iguales. Gracias, infame, por colaborar con ellos desde tu escaño. Gracias por no importarte la verdad. Gracias por desarrollar cientos de planes parciales y comprar un estadio olímpico y un equipo de fútbol. Así puedo abandonarme a otras pasiones. Así puedo abandonarme a los músculos de otras estrellas para no tener que mirar el cielo y comprobar mi mismidad. http://www.youtube.com/watch?v=Ibjg8BlyAD4
Ahora te has llenado los bolsillos con todos nosotros. Ahora sabemos que eres hijo de aquel que recorría los pueblos de España y le cortabas el pelo a las mujeres rojas cuyos maridos habían muerto en la guerra. Has ganado. Ganaste como siempre lo hiciste.
Mientras, yo grito: money, vuelve. Pero no vuelves y callas. Compra cajas fuertes y guarda tu dinero sin saber que es papel mojado. Compra a las asociaciones.
Compra y vende. Colabora en este circo. Yo he decidido resistir desde la otra orilla aunque no tenga ningún sentido porque, a veces, lo tiene y, entonces, puedes sonreír.
Gracias por no creer en nada para poder jugar el papel de la inocencia. Gracias porque las redes nos convierten en replicantes y acomoda la inmundicia. Gracias por tu poder. Con nuestro pan te lo estás comiendo. Tú sonríe, lucha desde la izquierda sin saber qué significa, lucha desde las redes como un replicante, pero, como Kiko Veneno, nos olvides después ducharte.
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