lunes, 6 de julio de 2009

Pepe Torres: Ser porque será visto en su televisión


Pese a que los datos son de sobra conocidos, mi tía Enriqueta me hubiese pedido que los repitiera. Me contaba que en tiempos de Franco la fuerza de la dictadura estaba en repetir hasta la saciedad sus bondades acompañado por un aderezo de miedo con espinas. Sea como fuere, pese a su repentina muerte, -la de mi tía Enriqueta, quiero decir-, procuro hacerle caso siempre que viene a mi memoria, sobre todo porque así alivio el recuerdo de su rostro agrio. Le pido, querido lector, paciencia por si la historia que llega, ya la conoce. Los datos a que me refiero son los siguientes:

El ayuntamiento de Granada, gobernado por Pepe Torres, generó en el año 2008 un déficit de 41 millones de euros. La deuda acumulada total asciende a 293 millones. En ese ejemplo de contención económica que ha hecho el alcalde, se dejó de ingresar la cantidad de 21,8 millones de euros, que es lo que había previsto el PP. Lo peor es que gastó 36,5 millones de euros. Yo sé que al lector tanto número no sólo le puede aturdir, sino que con tanto baile pueda terminar pisándose a sí mismo. Pienso en la hipoteca de cualquier persona que, suponiendo que ascienda a 140.000€ como media, tiene una cuota mensual de algo menos de 1000 euros. Por tanto, cuánto no le estamos pagando los granadinos a los bancos.

Por todo ello, está claro que era una necesidad de la muerte que Pepe Torres comprara una tele local, Teleideal, por la no despreciable cantidad de 700.000€, constituyendo para ello una Empresa Municipal que ahora hay que mantener, dotarla de presupuesto, personal, alquiler de la instalación, etc. La TG7, que así se llamará la tele local del PP, tiene como responsable al intocable concejal, García Montero, cuyo mayor éxito cultural ha sido el Premio Internacional de Poesía. Así ha pasado por “progre”, pero su gestión cultural no tiene más méritos. En el caso de la tele, el proceso no ha podido ser más derechista: Un dedazo para que un experto hiciese un informe sobre la situación de las televisiones locales de Granada, y un procedimiento negociado sin publicidad que la ley de contratos del Estado obliga invitar a tres empresas, pero sólo se le consultó a Teleideal, pese a que el equipo técnico que entre todos y todas hemos pagado con nuestros impuestos está obsoleto.

Esto, de por sí, ya es preocupante, pero la posesión de una televisión municipal con este modus operandi tan de corte clientelístico y falto de transparencia, me lleva al sociólogo Pierre Bourdieu y su joya Sobre la televisión. Por qué, Pepe Torres, quiere salir en una televisión propia. Bourdieu, respondería que ser es ser visto en televisión. Para Bourdieu, la posesión de la televisión permite ejercer un control político y cultural sobre la población, ya que este medio es un colosal instrumento de mantenimiento del orden simbólico. Cierto que Bourdieu habla de la televisión como corporación empresarial, no de las televisiones públicas. Éstas están sujetas a control parlamentario. Que cada quién se ponga la mano en el pecho en cuanto a los contenidos y a las sutiles formas de manipulación, toda vez que las mayorías parlamentarias lo permitan. De hecho, el contenido de Canal Sur no sólo está lleno de lugares comunes que inciden en el estereotipo de lo andaluz y de la identidad andaluza, pero no ha sido comprada a un grupo empresarial que responde a unos intereses ideológicos determinados.

El problema, la pena, es que una televisión municipal es un medio idóneo para que la ciudadanía construya gran parte de los contenidos en aras a que pueda ejercer sus derechos democráticos, sin embargo, la tele de Pepe Torres se ha gestado mal desde el principio y la apuesta será el mantenimiento del status quo del PP. Y si no, apostemos.

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