jueves, 13 de octubre de 2011

Políticamente correcto


El otro día a una amiga la invitaron a hablar de periodismo. Se trataba de un encuentro con grupos que se denominan, alternativos. Pero resulta que mi amiga había colaborado profesionalmente con un partido político en su pasado. Una mancha tachable, deleznable, espeluznante. De modo que estos grupos alternativos le pusieron una exigencia, una condición a mi amiga: Habla de periodismo pero no digas que has colaborado con un partido político.

Parece que los partidos políticos están de capa caída, y los que en este momento tenemos una responsabilidad pública, somos metidos en el mismo saco de la avaricia, la corrupción y el calzón bajado ante la erótica del poder y la cultura del pelotazo.

Me pueden tildar de actuar corporativamente, pero creo que meter a todo el mundo en el mismo saco no va a ayudar a solucionar todo este embrollo.

Es como si yo pensara que todos los periodistas no están interesados en la búsqueda de la verdad y sólo responden a intereses empresariales, o son morbosos y lo que les gusta es el amarillismo.

Aquí cada cual quizá deba hacer un examen de conciencia y ponerse la mano en el pecho y saber a qué está jugando.

Porque la lucha contra lo políticamente correcto es algo que tiene que ver con la ética, una ética radical para defender tus convicciones con la suficiente apertura de mente como para permitir que el contrario sea quien es. Una ética radical para denunciar el clientelismo político, la dualidad de un mundo hecho de enemigos. Una ética radical para defender la libertad como principio básico.

A ver si por tanto defender la democracia real desde el mundo que se declara alternativo se nos olvida que es una construcción colectiva que empieza por asumir lo que a cada cual nos corresponde como ciudadanos.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Igual es producto de la despersonalización/ deshumanización que está tan de moda, creo que somos sectarios y nos olvidamos de la persona que tenemos delante como individuo, yo reconozco ser un poco individualista pero me permite evaluar a cada persona por separado sin entrar en los grupos a los que pertenece, por eso creo que también deberían cambiar el sistema de elecciones con listas abiertas, así yo, podría votarte a ti por delante de todos los demás .Un beso premoderno:) Q.K.

Edu dijo...

Muy bueno Migue. No hay que olvidar que han sido algunos periodistas los que han colaborado decisivamente en que haya esa mala imagen generalizada de la política y de todos los que forman parte de ella. Periodistas de discurso poco argumentado, que buscan el titular amarillo o el chascarrillo fácil.

Miguel Ángel Madrid dijo...

Una cosa, Edu, son los periodistas, y los hay de todas las calañas y bondades, a fin de cuentas son humanos, y otra las corporaciones en las que trabajan. Ese es el problema, y hablamos de 6 ó 7 corporaciones. Esos son los malos.
Por otro lado, gracias Q.K.
Saludos premodernos o sobremodernos a ambos

Mayte MCaro dijo...

llevas mucha razón en lo expuesto pero, así son las cosas, tu te atienes a lo que manda tu partido y si no actúas como te ordenan sales de las listas, ya sabes, el que se menee no sale en la foto, te guste ó no, esa es la realidad, si no quieres estar entre los catalogados, salte que nadie te obliga, no lo digo para ofenderte pero es que los políticos en general, no sois bien vistos porque a mi, me parece que os habéis anclado en el poder y la calle ni la veis ni la notáis, eso duele, ello no es óbice para que me encanten los asomos que hacéis a la tierra pero hay que pisarla....
saludos de una paisana que ama su tierra y que cada vez la ve mas hundida!!!
mayte

Miguel Ángel Madrid dijo...

Yo llevo militando, Mayte, muchos años, pero cargo público soy desde mayo del año pasado. Así que he pisado la calle bastante porque he trabajado como trabajador social y creo que he estado en barrios, y en viviendas, y con familias y personas, que no creo que mucha gente haya visto y tocado. El tiempo dirá si me anclaré en el poder. Por lo pronto en el grupo municipal del PSOE no hay nadie que me ordene, y solemos consensuar lo que defendemos y lo que no. Obviamente, mi partido es una estructura, pero yo he elegido permeabilizar esta estructura. Una tarea ardua y quizá imposible. Ha sido mi elección.