No
por menos intuido debemos dejar de analizar lo que está pasando. De forma
subjetiva e ideológica. ¿Por qué no? Así lo hace la prensa, de forma subjetiva
e ideológica, eso sí, bajo la lógica del PP.
Leo
en EL PAIS que el gobierno pone en venta Portugal. De eso se trata. De abrir
negocio a aquellos que nos metieron en este lío. El capitalismo no muere, por
ahora. Sobrevivirá con negocios creados con los impuestos por los ciudadanos,
vendidos a saldo, dejando tras de sí una miríada de personas desempleadas,
agonizantes, muertas de miseria en vida.
No
creo que haya leído mejor definición de la crisis que la que realizó la madre
de un amigo en el muro de mi perfil del facebook a colación del enlace a una
noticia, ya no recuerdo cuál, que mencionaba uno de esos daños colaterales ante
tanta reforma. Nótese que daño colateral y reforma son eufemismos, derivas del
lenguaje, trampas para no nombrar lo que es evidente: una injusticia, una
canallada, una mierda, todo a la vez. Pues bien, esta mujer, sin apenas
formación escolar, con sólo el bagaje de una vida, de una experiencia, la suya,
me escribió: Migue, esto es una guerra sin muertos.
Creo
que esta frase muestra la crudeza de una crisis sistémica donde unos parecía
que iban a morir, a aprender, pero no. Un erial. Han ganado, compran países, condenan
a la gente y, todo, sin un solo tiro, sin una granada, sin misiles de largo
alcance, sin carros de combate. Será que los señores de la guerra debieron
aprender hace tiempo de los señores del capital y nos habríamos ahorrado la
miseria de la guerra y los muertos. Claro que estos señores del capital dejan
muertos en vida, que es una condena mayor.
Así
que en estos días navideños, de compras imposibles, quiero brindar por la
Verdad, la de una mujer experimentada que ha definido claramente lo que es la crisis,
sin eufemismos: Ya saben, reformas, ajustes, recortes… Reformas, ajustes,
recortes por nuestra culpa, por despilfarradores cuando sólo éramos unos
muertos de hambre, clase trabajadora y no aparente clase media.