Sobran políticos, sobran concejales. En el mundo financiero no, ese que quede impune. ¿Las diferencias? Las diferencias son muchas. No es lo mismo anunciar la muerte del Estado y que una diputada diga, "que se jodan", que hacer recortes y mantener las pensiones y aumentar la prestación por desempleo. No es lo mismo. No es lo mismo destrozar al Banco de España que está bajo control parlamentario que creer en el FMI. No. No es lo mismo. No es lo mismo destrozar las instituciones, bajo el paraguas del populismo, y luego que la prensa vocee ese destrozo: Con cada merma en las instituciones quien pierde es el pueblo y quien gana es, en este país, el PP, que es algo más que un partido: son los representantes institucionales del capital, en este caso ya, el financiero. No hablo de muchos de sus militantes, claro. Hablo de la élite que representa esos intereses. No es lo mismo. No es lo mismo destrozar la confianza en la política porque hablamos de la llegada del fascismo. Y se está instalando en nuestras vidas sin cámara de gas, sin fosas comunes, sin bombarderos. Simplemente los ricos han ganado una guerra silenciosa a la pobreza para que haya unos ricos muy ricos y más pobres. Y en ese descrédito, generado y voceado por la derecha, con todo su poder, nada el 15M. Y la derecha le compra el discurso, o tal vez lo induce. No sé. Sobran políticos, coches oficiales, cargos de confianza, delegados sindicales. A veces escucho a Esperanza Aguirre y se parece bastante a lo que se dice en muchas asambleas del 15M. La diferencia es que la primera es una cínica que representa a un plan de dominación social y, el 15M, pide más democracia. La diferencia es lalgo más que sutil.
Yo creo en las instituciones. No saldremos de esta crisis si no atinamos a la hora de apuntar nuestra indignación. El PSOE comenzó los recortes. Se pensó que, con ellos, acabaría la avaricia de los mercados. Pero no, la recesión volvió. Entonces la gente votó al PP. Se pensó que la economía se movería, que los bancos alemanes se aliarían con nosotros. Pero no. Y ahora en lugar de recesión, directamente hay una liquidación del Estado. Y claro, qué hacemos los pobres sin Estado, sin instituciones, sin servicios públicos.
Cuando un Estado se liquida se genera pobreza, pero también valores: la solidaridad, la igualdad de oportunidades y, fundamentalmente, la libertad.
El PSOE se merece la indignación. Por muchas razones. No se trataba de una cuestión de alternancia: Cuando aquellos se vayan, volvemos a recuperar las becas, creamos la ley de dependencia, fomentamos la investigación y otorgamos derechos civiles. No basta la alternancia porque todas estas medidas no transforman los desajustes estructurales de nuestra sociedad (española, occidental). No basta el reformismo sin cambios estructurales. Algunos, muchos se han conseguido. Otros no y el capital seguía intacto.
El PSOE se merece la indignación porque las actitudes de sus dirigentes no fueron las más idóneas. Y hoy sabemos que hubo clientelismo, y lujo entre algunas élites, y aliados empresariales, también de los medios de comunicación, como el marido de Chacón.
Y pese a las resistencias de algunos dirigentes, en el PSOE se puede escuchar lo que no puede escucharse en otros partidos: http://jcruizfuentes.wordpress.com/2012/07/08/discurso-al-xii-congreso-ordinario-del-psoe-de-andalucia/
Así que tengo cierta confianza. Decía Chamizo que como cura tenía dos opciones, o ir a misa y reproducir lo que quería la jerarquía, o no confesar a nadie en su parroquia. Lo que me toca es mucha calle desde la tranquilidad que ofrece la fortaleza de objetivos cívicos, hacer bien mi trabajo de oposición en el Ayuntamiento, dosis de paciencia y de comprensión para encajar las críticas y mucha pedagogía. Pedagogía como la que ofrece este libro: http://www.publico.es/espana/439493/podemos-vivir-sin-politica
Que cada cual acierte y si alguien puede echarme una mano, aquí está el tío.